San Luis (LaNoticia) 30-09-16. El Coro de Jóvenes la UNSL volvió de su gira por Ecuador y Colombia a reanudar la actividad en Argentina con funciones de su nuevo show Postales y Blanco y Negro.
Invitado a Quito por el Instituto de Investigación, Educación y Promoción Popular del Ecuador (INEPE), la primera parada del elenco fue en esta institución, “en una zona donde, gracias a la solidez del INEPE, la educación popular es verdaderamente un hecho. Tuvimos la oportunidad de asistir al acto de inicio del ciclo lectivo, donde cantaron algunos chicos del coro, y donde fuimos descubriendo la riqueza de la gente, con un respeto increíble hacia todos y una horizontalidad que yo jamás había visto en ningún tipo de establecimiento. A partir de ahí, todo fue realmente hermoso”, asegura Marino en nombre de todo el grupo.
“Mucho respeto por el trabajo del artista”
El primer concierto de Postales en Blanco y Negro para todo público, también organizado por INEPE, fue en el principal teatro de Quito, que es el Teatro México. “Un teatro sumamente moderno, con un equipo profesional y técnico que superó nuestras expectativas. Viajamos con nuestro operador, Emmanuel Rodríguez, fascinado con el hecho de disponer de la tecnología y la atención personalizada, un verdadero lujo. El concierto salió fantástico, hubo muy buena difusión, mucha gente, mucha emoción y mucho respeto por el trabajo del artista”, comenta muy a gusto el director.
Estando allí, hicieron un concierto didáctico interactivo con los chicos del INEPE, quienes “son sumamente receptivos, tienen una sensibilidad muy especial hacia lo artístico y lo comunicacional”. Destacó todo el trabajo de los alumnos y profesoras del INEPE.
La gira siguió por Nariño, en Colombia, invitados al Campamento Coral en Chachagüí, que es un municipio aledaño a San Juan de Pasto, donde luego tuvo lugar el Festival Coral Javier Fajardo Chávez. “En el campamento, al que fui el año pasado solo, hicimos un taller de coro escénico con canciones de María Elena Walsh, ya que había muchos niños de entre 7 y 13 años, que luego fueron presentadas por todos ellos en la gala de cierre del campamento. Fue muy vertiginoso y salió hermoso. Esta vez hice un paso al costado y se ocupó de la dirección mi asistente Yeka Ramos. Además disfrutamos de los talleres de Eugenio Auz, con música ecuatoriana, y de Paul Zalazar, con beat-box.
Del Festival Coral, para el cual el elenco pasó por un proceso de selección la primera vez que viajó, en esta ocasión participó como invitado internacional, lo que significa un enorme reconocimiento hacia este coro argentino. “Presentamos Postales en la gala de cierre del festival, en la que explotó de emoción el Teatro Imperial, que es el principal de San Juan de Pasto. Estaba completamente lleno y el cariño de la gente fue inmenso. Realmente trabajamos con la convicción de estar dando un mensaje, no son canciones sueltas, hay una historia para contar, y llegar a la gente es el mayor reconocimiento”, concluye Ricardo Marino.
De esta gira, que duró del 4 al 19 de septiembre, quedó un sinfín de historias positivas y prometedoras. Intervenciones artísticas, más conciertos didácticos, hasta uno en una iglesia, suman al crecimiento de este elenco, que se renueva pero ya lleva casi treinta años de trabajo continuo bajo la dirección de Marino, y que el año que viene seguirá viajando, con la idea de volver a Quito, donde ya ha dejado una importante semilla, y sumar nuevos destinos como Guayaquil y Medellín, donde también ha sido invitado, así como a las provincias argentinas de Mendoza, Córdoba y Buenos Aires.
El Coro y el Auditorio cumplen años juntos
“Tengo el orgullo de haber inaugurado el Auditorio Mauricio López con el Coro de la universidad en mayo de 1987. Voy a cumplir 30 años dirigiendo el elenco que nació en febrero de ese año. En ese entonces, la propuesta era un repertorio más o menos tradicional, con música universal y popular, pero siempre incluía alguna sorpresa de tinte dramático, algo cómico o sorpresivo. Con el correr del tiempo fui planteando desafíos cada vez más grandes, trabajamos con Daniela Pereyra Jameson, con quien empezamos con Amores imposibles y no tanto, así como con Laura Pallero en Mujeres, incluyendo a un grupo de bailarinas. Yo que venía de dirigir un coro en Mendoza que incluía la expresión corporal, me encontré con que no fue tan fácil de insertar en San Luis, hasta que la gente se fue sintiendo atraída por esta modalidad, que a lo largo de los años, fue gustando mucho más”, concluyó el director del coro Ricardo Marino.
Carlos Rubén Capella
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