A quince años del fatídico diciembre de 2001, el expresidente Eduardo Duhalde, que se convirtió en mandatario luego de la caída del gobierno de Fernando De La Rúa, recordó cómo fueron los últimos días de la Alianza. «De la Rúa estaba medicado, confundido, no estaba bien, y después terminó en la masacre más grande de la democracia argentina», recordó Duhalde.
“Ahora están todos tranquilos y dicen cualquier cosa pero en ese momento no era tan fácil”. «No sé quién mierda le aconsejó a De la Rúa declarar el estado de sitio. Había una cantidad enorme de personas bajando con sus hijos y cacerolas a la plaza», opinó el ex presidente.
Según el análisis del ex gobernador bonaerense, De La Rúa había quedado debilitado con la renuncia de Chacho Alvarez, el vicepresidente, y el compromiso de la convertibilidad por diez años. “Nos comprometimos con Alfonsín en marzo a llevarle a De la Rúa una salida distinta y creamos el Movimiento Productivo Argentino, entre tres radicales, tres justicialistas y la gente de los sectores productivos, de la industria y de los servicios”, dijo Duhalde.
“Estábamos en plena campaña electoral, porque tanto Alfonsín y yo nos presentamos a senadores por la provincia de Buenos Aires, pero no importaba, queríamos ayudar al Gobierno a buscar una salida distinta. Teníamos la convicción de que ese modelo económico había sido impuesto a capa y espada por la dictadura militar y con terrorismo de Estado”, contó Duhalde.
En ese sentido, el ex gobernador remarcó su crítica a la forma de gobierno de Mauricio Macri. «Hay que cambiar el paradigma: el que gana gobierna y el que pierde, también. Los argentinos tenemos que estar juntos ante las crisis», opinó y agregó: “Es ridículo que un Gobierno pretenda gobernar y quiera tomar decisiones con el 30 por ciento de la legislatura. Eso en Europa no se permite».
Duhalde también opinó sobre la realidad del peronismo y su falta de unidad y liderazgos claros. “Hoy el peronismo es un hormiguero pateado, con un nivel de degradación que no viene de estos últimos doce años, viene de más lejos. Quien piensa que se puede resolver rápido está pensando únicamente en el plano electoral. No hay una persona que unifique al peronismo. No hay un liderazgo», remarco el ex presidente.