Los trabajos públicos financiados por la provincia y los municipios, recortaron la caída de la construcción.
El dato sorprendió a propios y extraños: en comparación con noviembre del 2015, en Mendoza la cantidad de empresas constructoras o relacionadas a la actividad, aumentaron, a contramano de lo que ocurre a nivel nacional.
Según el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción, a nivel país, en un año, cerraron 445 empresas del rubro, por la caída de la actividad, que en octubre registró un desplome de 19,2 % respecto al mismo mes del año pasado.
No obstante, en Mendoza, según el mismo organismo, se crearon 50 empresas. El año pasado, a noviembre, había 825 mientras que ahora hay 875.
La razón puede encontrarse en dos cuestiones, relacionadas: la obra pública. Por un lado, el gobierno de Alfredo Cornejo, en los primeros meses de gestión, se puso al día con las constructoras a las que el Estado les debía trabajo, ordenó las cuentas y retomó, aunque muy de a poco, operatorias de construcción de viviendas sociales.
«Habían 4.500 viviendas paralizadas, así arrancó el año. Ahora se las puso a andar de nuevo y esa fue la diferencia con el resto del país», indicó a medios locales Atilio Calzetta, titular de la Cámara de Constructores Independientes de Mendoza (CECIM).
Por el otro lado, los municipios, principalmente los que cambiaron de manos en diciembre, encararon una serie importante de trabajos pequeños, como asfalto de calles, construcción de cunetas y veredas, obras en espacios verdes, todas de escaso tamaño, pero suficientes para que el sector no cayera en la debacle que significó a nivel nacional la paralización total de la obra pública nacional.
Franco Panella, de la constructora Tolcon SRL y citado por el diario El Sol, informó que la Municipalidad de la Capital, con un plan de obras de más de 800 millones de pesos, junto a Guaymallén y Luján, están haciendo obras en cordones, banquinas y cunetas, “han sido los trabajos más importantes de los últimos dos meses”. Asimismo, el sector celebra que en el presupuesto provincial 2017, se ha incluido la construcción de 1.400 casas.
La visión de la UOCRA es similar, aunque pone en relieve que el mantenimiento de los trabajos o la “tibia” reactivación del sector, no ha alcanzado a absorber a todos los trabajadores que se quedaron sin trabajo el verano pasado.
Jorge Lemos, de la UOCRA Mendoza, afirmó “en el 2016 la pérdida de trabajo en construcción fue de 3.000 obreros: con las obras reactivadas, todavía quedan 2.500 desempleados”.