Llega el periodo en que el clima empieza a mejorar y observamos un exponencial incremento en el uso de las motocicleta, también el incremento de la imprudencia y por ende mayores accidentes.
Recordemos que el riesgo de perder la vida circulando en motocicleta es 17 veces mayor que manejando un auto. En el 2010, el 24 % de los siniestros de tránsito de nuestro país fueron protagonizados por motos. En el 2017, esa cifra se incrementó hasta alcanzar el 41 %. Son varios los factores que influyen en esta cifra: la imprudencia de los motociclistas, el poco respeto del resto del entorno vial hacia ellos, y, por sobre todo, el escaso uso que se hace del casco.
Precisamente y con respecto a este último punto, las estadísticas indican que el uso del casco previene un 67 % las lesiones cerebrales y reduce en un 36 % las posibilidades de muerte en un siniestro vial. La mayoría de las lesiones que recibe el conductor de estos vehículos se producen en la cabeza. Esto se debe a que cuando una moto colisiona contra otro vehículo, por una cuestión de balance de pesos, la cabeza del motociclista es lo que impacta primero contra el piso. Por esta razón, el uso del casco homologado por las autoridades competentes resulta fundamental para evitar lesiones graves o mortales en motocicletas.
A pesar de los controles de tránsito y campañas llevadas a cabo por diferentes municipios conjuntamente con organismos del Estado nacional en todo el país, las normas siguen sin cumplirse debidamente. CESVI Argentina realizó un relevamiento de 1.500 motocicletas en distintas localidades del Gran Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma del cual se pudo comprobar que el 56 % de los conductores no llevaba el casco puesto. De las motos que circulaban con acompañantes, el dato es aún más desalentador: el 84 % no utilizaba casco. Es importante recordar que la motocicleta es un vehículo más en el tránsito y, como tal, le corresponden las mismas leyes de circulación que a un automóvil.
Cascos: qué tener en cuenta
Para que un casco esté homologado dentro de la legislación argentina debe tener en el recubrimiento interior una etiqueta cosida que indique que cumple con la norma IRAM Nº 3.621.
Los cascos varían por tamaño, peso y tipo y cada persona debe encontrar el que mejor se adapte a su fisonomía.
El casco debe estar correctamente abrochado. Un casco suelto no ofrece protección alguna.
Todos los cascos que hayan tenido un impacto o un golpe deben ser reemplazados por uno nuevo.
Para que la seguridad sea completa, se deben utilizar las prendas de cuero, los guantes y el correspondiente calzado.
Otro aspecto para mencionar al momento de nuestro relevamiento, es que en hermeticidad, no consideramos la impenetrabilidad del viento y sonido en los cascos modulares, ya que éstos en comparación a un casco integral, siempre van a ser más ruidosos.
Entre las curiosidades de los cascos que analizamos hemos encontrado modelos de cascos que resultan algo contradictorios. Antes que nada, es importante mencionar que cuando un motociclista es detenido por la Policía, la autoridad le solicita a los ocupantes del vehículo que los cascos con los que se encuentran circulando estén homologados por el IRAM (Instituto Argentino de Normalización y Certificación) y deben tener la etiqueta con el número del CHAS (Certificación de Homologación de Autopartes y/o elementos de Seguridad).
Pero como decíamos es contradictorio debido a que ofrece como dispositivo novedoso un sistema Bluetooth, para facilitar el uso del celular. Además, posee auriculares para poder conectar un reproductor MP3. Este casco se encuentra homologado, pero en la normativa vigente y en su articulado cita claramente la prohibición de “Conducir utilizando auriculares o sistema de comunicación de operación manual continua”. Por lo tanto, no se permite hablar por celular o escuchar música a través de un audífono mientras se maneja. Asimismo, encontramos cascos abiertos homologados, pero a la hora de hablar de seguridad son menos eficaces, porque hay un sector de la cara que no está cubierto. Algo similar pasa con los cascos modulares cuando son utilizados con su mentonera (sector delantero) levantada, en caso de un impacto no protegerían el sector anterior del rostro.
Por su practicidad, el casco modular es el más utilizado. Sin embargo, desde el punto de vista de la seguridad, los cascos integrales son los que brindan la mejor protección. Es por eso que desde la “Auto escuela San José” recomendamos el uso de este modelo para circular tanto en ciudad como en ruta.
Tics para elegir un casco…
De manera resumida los pasos son: primero medir el contorno de tu cabeza, para con esa medida ir a las tablas de conversión de cada marca y averiguar que talla usamos. El punto máximo de nuestra cabeza se sitúa sobre nuestras cejas y pasa por la parte superior de la nuca. Como truco, podemos utilizar una cuerdecita para averiguar nuestro perímetro si no contamos con una cinta métrica flexible. Una recomendación del vídeo es que si tu medida está entre dos tallas elijas la más pequeña.
También tienes que tener cuidado a la hora de meter la cabeza en el casco, porque algo tan sencillo mucha gente lo hace mal. Primero se apunta con la frente dentro del casco y este se desliza, girando, sobre nuestra cabeza. Aquello de meter la cabeza recta y por las bravas, no es buena solución y puede hasta causarte alguna lesión.
Con el barbuquejo abrochado el casco no debe salirse, y los movimientos permitidos sobre nuestra cabeza no deben ser muy grandes. Si el casco se mueve libremente con tu cabeza dentro mientras estás parado, imagina cuando te pongas en marcha con la moto.
Por último, al quitarte el casco debes buscar los puntos sobre los que aprieta en tu cabeza. Si en un rato puesto te marca las mejillas o la frente, imagina si lo llevas puesto una hora rodando por ahí. Pero no te pases eligiendo una talla muy grande porque tampoco es lo que necesitas. Recuerda que una talla demasiado grande se moverá, e incluso puede salirse de tu cabeza en caso de accidente.
Tampoco debemos olvidar que el truco para elegir un buen casco es probárselo, pasar un buen rato en la tienda metiendo la cabeza en diferentes modelos de diferentes marcas para asegurarnos de encontrar el que más nos guste y que mejor se adapte a nuestra cabeza. Lo del color o las decoraciones que lleve es otra cuestión que no discutiremos aquí.