San Luis (LaNoticia) 24-10-16. Cuando al juez se le pide que exija a la policía dar los datos de esos `informantes´, directamente se niegan a hacerlo.
Casi como un calco de lo que ocurre con el intendente suspendido de La Calera, Diego Lorenzetti, en prisión preventiva por el asesinato de quien en vida era su esposa, Romina Aguilar. En ese caso, un policía de investigaciones agregó supuesta prueba contra Lorenzetti, basada en dichos de `informantes´ suyos que lo involucraban al intendente suspendido. En ambos casos, el policía es el mismo.
Lo mismo está ocurriendo con Agustín Caín Agüero, quien tiene prisión preventiva por el homicidio de Fabio Ezequiel Fernández, ocurrido en la madrugada del 5 de noviembre de 2014 en el barrio El Lince de nuestra capital.
Debido a esto, Agüero realizó una denuncia penal contra los policías investigadores por falso testimonio, falsificación ideológica de instrumento público y abuso de autoridad, la que recayó en el Juzgado de Instrucción Nº 2 que conduce Jorge Sabaíni Zapata.
Esta denuncia se hizo el 10 de febrero del presente año, es decir hace nueve meses, sin que Sabaíni Zapata haya hecho nada por investigar si ha existido delito o no en el accionar policial. “Evidentemente el juez ampara al personal policial y no investiga una denuncia de una persona que esta privada de su libertad”, le dijo a nuestro medio el penalista Carlos Salomón, defensor de Agüero, quien agregó que “Sabaíni Zapata es responsable de haber paralizado casi nueve meses (la causa) para no investigar a la policía, quienes habrían violado la ley durante el sumario, introduciendo elementos dudosos que fueron fundamentales para la prisión preventiva de Agüero”.
Expediente
En el sumario policial, la base para la investigación judicial, se asegura que un llamado telefónico anónimo, le comunica a la policía que “en la zona sur se escucha que un tal Augusto y un tal Tula del barrio El Lince habrían matado al muchacho encontrado detrás del Aiello (en referencia a Fabio Ezequiel Fernández), como así también un tal Molina de El Lince”.
Otra de las supuestas pruebas consiste en una declaración en sede policial que toma una inspectora policial a otro efectivo de la fuerza, quien tenía relación con la madre del menor Agüero, quien podría o no ser ese “tal Augusto”; quien declara que había interrogado al menor y que éste le había confesado su autoría en el hecho. A la hora de declarar en el Juzgado de Instrucción, el policía aseguró que nada de lo que está en la instrucción policial era verdad, que lo que afirman que dijo se debió a que lo apuraron para firmar porque supuestamente el juez los estaba llamando, con lo cual firmó sin leer su supuesta declaración en sede policial.
Sobre el policía que aseguró que un `informante´ le dio los datos para inculpar a quienes están procesados, cuando declaró ante el juez, cuando le dicen que aporte los datos de su `informante´, respondió que no iba a aportar los datos de su `informante´ porque éste le había dicho que no iba a declarar ni en sede policial ni en judicial. Ante esta respuesta, el juez Cadelago Filippi no hizo nada ni se inmutó como si el policía tuviera más autoridad que él, y fue lo que llevó a Agüero a realizar su denuncia penal contra los policías.
Carlos Rubén Capella
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