San Luis (LaNoticia) 17-10-16. Hasta el momento el hecho no tomó estado público, pero sin dudas estamos ante un verdadero escándalo.
Hace unos meses, se produjo la muerte de un ciudadano producto de una pelea entre amigos, cuando el alcohol en exceso juega malas pasadas y la amistad deja de ser tal.
Según el informe de la autopsia, realizada por un forense local, la muerte habría sobrevenido por un golpe en la cabeza, producido por la caída en la pelea.
Hasta acá todo normal, nada fuera de lo que es común en este tipo de expedientes que sea de interés periodístico, pero…
Siempre hay un pero, una de las partes en el expediente, agregó -al mismo- fotografías del occiso con una herida como las que dejan una puñalada. La `idea´ precisamente es confundir al juez y dejar la duda respecto de la muerte; si fue producto de una puñalada o de un golpe en la cabeza tras la caída por una `piña´ o empujón o golpe con algún objeto contundente. Es obvio que la `puñalada´ se le dio al cadáver luego de que se le practicó la autopsia, porque en los informes policiales y judiciales no figura esa puñalada en ningún lado.
Alterar la prueba en un proceso penal es gravísimo, pero lo que haga el juez ante esta posibilidad puede serlo mucho más.
Esto lo señalamos porque, según cuentan las malas lenguas judiciales, cuando el forense se enteró que se había alterado la prueba y que eso significaría poner en duda su autopsia, puso el grito en el cielo y salió corriendo para el despacho del juez penal en cuestión.
La intención del forense fue alertar al juez para que actúe en consecuencia, pero ¿Cuál fue la respuesta que recibió? “No te hagás problemas, cualquier cosa no tengo en cuenta las fotos” donde se intenta hacer ver una puñalada en el occiso.
Según esto que nos contaron las malas lenguas, es gravísimo que un juez penal no decida investigar a quien le presentó pruebas adulteradas, porque podría haber incurrido en un delito, el cual si no se lo investiga quedará impune y dejaría el `camino servido´ para que otros penalistas `se tienten´ en hacer lo mismo en otro expediente, total todo queda en la nada.
Carlos Rubén Capella
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