El presidente de Ecuador, Rafael Correa, manifestó su abierto apoyo a la presidenta Cristina Fernández al conocer la decisión judicial de impulsar la denuncia del fiscal Alberto Nisman, medida que atribuyó a «un nuevo intento de desestabilización por medio de instancias jurídicas».
Al brindar su tradicional informe semanal, el mandatario ecuatoriano brindó «todo nuestro apoyo, nuestro corazón con Cristina, que enfrenta un nuevo intento de desestabilización. Toda nuestra confianza en Cristina Fernández de Kirchner”, al tiempo que consideró la medida adoptada por el fiscal Gerardo Pollicita como “un nuevo capítulo de la restauración conservadora a la tentativa de atentar contra la democracia en Argentina».
Precisamente, señaló, «la restauración conservadora utiliza ahora hasta las instancias jurídicas para tratar de desestabilizar a los gobiernos progresistas de nuestra América”, y dijo, contundente que «esto me huele a la restauración conservadora; ya no hay golpes militares, ya no hay golpes legislativos, ahora hay golpes judiciales».
En esa misma línea, el mandatario ecuatoriano dijo que la presidenta brasileña Dilma Rousseff también es víctima de esas fuerzas con el caso Petrobras y que por esa razón “América Latina nunca volverá a ser lo que fue antes».
«América Latina será unida, progresista, de izquierda, con justicia social, con soberanía, con dignidad como perfectamente lo representa esa querida compañera Cristina Fernández de Kirchner”, enfatizó, según reprodujo la agencia oficial Andes.