San Luis (LaNoticia) 28-04-16. Si bien se está manteniendo en reserva las declaraciones informativas de tres ciudadanos, algo se filtró.
Ivana Leyes, su padre Alberto Leyes y la esposa del brasilero De Oliveira, Sandra Becerra, finalmente dieron sus declaraciones informativas, de las cuales se puede apreciar falta de investigación policial, como así también respaldo a otras testimoniales que están en el expediente.
Ivana Leyes confirmó en sede judicial su amistad con Romina Aguilar y las charlas que sostenían sobre la supuesta paternidad de Alberto Leyes sobre Romina y que ella le sugería realizarse un ADN. Esta declaración sigue la misma línea de otras testimoniales que están incorporadas al expediente.
¿Y el ciento por ciento dónde está?
En el caso de su padre, Alberto Leyes, tuvo una frase digna de un blooper televisivo, al afirmar sobre su supuesta paternidad de Romina que “estoy seguro en un 90, o 99 por ciento que no lo soy”. En un ADN se utilizan porcentajes para afirmar o desestimar una paternidad, pero en su caso si su “seguridad” no llega al 100 %, es porque en su interior admite que alguna relación tuvo con la madre de Romina. Como conclusión se puede afirmar que en el expediente, Alberto Leyes dejó en claro una relación amorosa con la madre de Romina Aguilar, lo que bien puede convertirlo en su padre, más allá de su poco feliz admisión.
¿Investigaron?
La declaración de Sandra Becerra, quizá, sea la más sabrosa de todas, puesto que se le preguntó si la policía alguna vez allanó el domicilio en donde vive con el brasilero De Oliveira en La Calera, y que ni siquiera fue la policía a su vivienda bajo ningún tipo de explicación.
Cuando hay un delito, más en este caso un asesinato, lo primero que se hace para recolectar pruebas, es allanar domicilios de los sospechosos en busca de ropa que pueda contener alguna impronta de la víctima -sangre, pelos, resto de piel- que pueda haber llegado allí en el momento del hecho, para realizar ADN y así vincular al sospechoso con el lugar del hecho. En este caso en particular, donde se utilizó dichos sobre que De Oliveira andaba queriendo comprar una 45, arma con la que se asesinó a Romina Aguilar, un allanamiento hubiera permitido saber si De Oliveira escondió en su domicilio el arma comprometida con el hecho.
De lo explicado en sede judicial por su esposa, se nota drástica y claramente que la policía nunca tuvo intención de investigar seriamente el asesinato de Romina Aguilar, puesto que teniendo a un sospechoso confeso autor del hecho, en ningún momento dispuso los operativos necesarios para recolectar prueba fehaciente que vinculara al confeso autor con el hecho.
De esto, finalmente se puede llegar a sospechar que el defensor del suspendido intendente de La Calera, Carlos Salomón, tiene razón cuando denuncia que la policía se dedicó a guiar la investigación hacia Diego Lorenzetti y no a buscar la verdad real de los hechos, y más preocupante aún es, teniendo esto en cuenta, que la juez Virginia Palacios Gonela en un principio y Cadelago Filippi ahora, se dedicaron a `comprar´ todo lo que la policía les `vendió´, en lugar de ser ellos quienes buscaran esa verdad real que es el fin último de los jueces, o al menos debería serlo.
En contexto
Romina Aguilar fue asesinada alrededor de las 06:40 del sábado 30 de enero, en la puerta de la casa 1 de la manzana 78 del barrio FAECAP, en el norte de la ciudad de San Luis, donde la mujer residía junto a su esposo e hijos.
En momentos en que la mujer acababa de sacar su camioneta Renault Duster para viajar a La Calera, donde cursaba el final de la escuela secundaria a través del programa Plan de Inclusión Educativo (PIE), fue sorprendida por dos jóvenes armados que iban en moto.
Los agresores la tomaron de la ropa, la arrastraron unos diez metros por el suelo, le dispararon dos balazos calibre .45, y escaparon en el mismo rodado en el que llegaron y sin robar nada, por lo que el robo como móvil del asesinato fue descartado de entrada.
Por el hecho, la justicia penal procesó al brasilero De Oliveira por haber confesado su participación luego de entregarse voluntariamente y ser sometido a indagatoria. Como De Oliveira en su indagatoria involucró a Lorenzetti como autor intelectual del hecho, la justicia procesó al intendente de La Calera.
Debido a esto, políticamente la Legislatura provincial suspendió a Lorenzetti en el cargo de intendente de La Calera.
Carlos Rubén Capella
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