«Queremos que el Gobierno explique las características del plan anti inflacionario que dice haber puesto en marcha y que nos diga además cuáles son los instrumentos que va a aplicar para reactivar la economía», señala uno de los párrafos del documento que articularon los líderes de las cinco centrales sindicales, de cara a la concentración del viernes frente al Monumento al Trabajo para reclamar que acaben los despidos en la administración pública y en el sector privado, además de exigir medidas concretas contra la inflación.
Con la presencia de los líderes de las tres CGT (Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo) y de las dos CTA (Hugo Yasky y Pablo Micheli) en la sede de los estatales de UPCN, quedó redactado el texto que resume la posición del colectivo sindical que auspicia la protesta, que no incluye un paro: «Echarle la culpa al gobierno anterior por la herencia recibida, por razón que tengan, es un argumento que a los trabajadores no nos sirve».
Las cinco centrales ratificaron que el vienes no habrá paro, aunque en declaraciones a la salida del encuentro no descartaron que haya una huelga en un futuro inmediato. Respecto de un cese de actividades, voceros gremiales señalaron que «en algunas actividades podría haberlas y en otras en cambio no», como en el transporte y en otros servicios esenciales.
Moyano se excusó de precisar cuán lejos o cerca estaba del Gobierno y sólo se limitó a decir que «mi relación con Macri no cambió, siempre estuve ante todo más cerca de los trabajadores». Y el metalúrgico Caló, uno de los flamantes vicepresidentes del PJ nacional, señaló que pese a la protesta «al Gobierno le seguimos teniendo paciencia, pero todo tiene un límite», dejando entrever que ese límite podría ser un eventual veto presidencial a la ley antidespidos.