Además, Anastasia es conocido por haber sido el político que en 2014 recibió más donaciones de campaña, unos 4 millones de dólares.
La elección de Anastasia como relator del informe que será votado en la comisión especial del Senado el próximo 6 de mayo, la mayor victoria en este proceso del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), apunta a un acuerdo de gobierno en una eventual asunción del vicepresidente Michel Temer.
Delfín político del presidente del PSDB y candidato derrotado en 2014, Aecio Neves, Anastasia fue gobernador de Minas Gerais -el segundo colegio electoral de Brasil- desde 2010 hasta 2014.
Durante su gestión incurrió en las `pedaleadas fiscales´, el argumento que llevó a Rousseff al borde de la caída.
El PSDB se garantiza un lugar preponderante en el juicio político: hizo la denuncia contra Rousseff por el «maquillaje fiscal» aceptada por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y ahora se encargará de elevar la acusación al pleno del Senado.
Siendo gobernador de Minas Gerais, Antonio Anastasia usó el mismo mecanismo por el cual Rousseff es procesada en el Congreso, supuesto delito que el gobierno considera un argumento «golpista».
Es una victoria de Neves, quien se presenta aún como presidenciable y negocia apoyar con alguna reserva electoral al vicepresidente Temer en caso de que Rousseff sea apartada por 180 días del cargo para ser juzgada.
Anastasia estuvo dentro del informe policial elevado al Supremo Tribunal Federal (STF, Corte) para que sea investigado el origen de sus donaciones electorales, por sospechas de haber recibido dinero por parte de empresas investigadas en la corrupción en Petrobras.
El juez Teori Zavazcki, que lleva el caso de Petrobras en la Corte, archivó las acusaciones contra Anastasia que habían sido llevadas por un supuesto arrepentido.
En Minas Gerais, recaudó el doble, en 2014, que todos sus competidores juntos, según el tribunal superior electoral.
Al igual que la mayoría de los políticos de los partidos grandes, recibió dinero de corporaciones investigadas en la Operación Lava Jato: las constructoras Andrade Gutierrez, UTC, OAS, Odebrecht y Queiroz Galvao y el banco BTG Pactual, con sus ejecutivos procesados y condenados por corrupción y obstrucción a la Justicia por parte del juez de primera instancia Sergio Moro.
Las donaciones fueron legales y registradas ante el tribunal electoral.
Pero quizás el punto del debate jurídico actual, el llamado maquillaje fiscal de Rousseff, pone a Anastasia en una situación que será puesta en primera línea: siendo gobernador de Minas Gerais usó el mismo mecanismo por el cual Rousseff es procesada en el Congreso, supuesto delito que el gobierno considera un argumento «golpista».
El diputado Ivan Valente, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), opositor a Rousseff y opositor al juicio político, afirmó que «la situación sería cómica si no fuera un golpe».
«Dilma está acusada de practicar las `pedaleadas fiscales´ por atraso de pagos a bancos públicos para pagar el Plan Zafra 2015 y los planes sociales de 2014, sin causar pérdidas al Tesoro. Anastasia, cuando fue gobernador hizo pedaleadas fiscales e incluso debió dar explicaciones por no haber entregado recursos constitucionales de los presupuestos de salud y educación», dijo Valente.