San Luis (LaNoticia) 30-03-16. “Acá el gran problema es que el poder político quiere que Lorenzetti siga preso”, fueron las primeras palabras del penalista a la prensa.
“Esta presión a los jueces, este ataque a la independencia del Poder Judicial, se va a cristalizar si el poder político logra que Lorenzetti, sin que haya pruebas en su contra, en algún momento le sea confirmada la prisión preventiva”, continuó señalando con dureza Carlos Salomón, quien al hablar de “poder político”, sin nombrar a nadie, obviamente habla de Adolfo Rodríguez Saá y Alberto Leyes.
Salomón basó el éxito de su gestión en la defensa de Lorenzetti en el trabajo de los medios de prensa “que dicen la verdad sobre el tema” y de esa forma enfrentar “al poder político”. Dejó bien en claro que “si no fuera por el trabajo de los medios de prensa, la situación de Lorenzetti sería profundamente peor”.
Un fiscal preocupante
También tuvo críticas a la actuación del fiscal Roche ante la presentación espontánea del taxista que con su denuncia implicó al ex senador por el Departamento Belgrano cuya cabecera es La Calera, Alberto Leyes, como presunto autor intelectual del asesinato de la esposa de Lorenzetti, Romina Aguilar. Roche dijo en el diario de la familia que la palabra del taxista no tenía entidad probatoria, sin siquiera iniciar una investigación previa, algo gravísimo para un fiscal. Diplomáticamente, Salomón dijo “no creo que lo haya dicho él”, y hasta aseguró que Roche, en lugar de investigar “persiguió” al taxista.
El “empleado de Fiscalía”
Como si hasta el momento hubiera dicho poco, también se las agarró contra el defensor contratado por Leyes, Hugo Scarso, de quien irónicamente dijo que “lo mismo ha dicho el empleado de Fiscalía de Estado. Perdón, perdón. El colega, el abogado de Fiscalía de Estado que representa al señor Leyes, quien se ha dado el lujo de atacar permanentemente al testigo” en referencia al taxista.
Sabaíni Zapata
Otro que fue blanco de las críticas de Salomón, fue el juez Jorge Sabaíni Zapata, quien recibió la denuncia que el taxista hizo en la Fiscalía Nº 2, debió “proteger al testigo porque era atacado públicamente y pudiera sentirse tranquilo hasta poder declarar ante la juez correspondiente”, en lugar de eso, el juez se desprendió rápidamente de la denuncia del taxista como si se tratar de una brasa caliente.
Salomón volvió a hablar del “poder político”, al señalar que le “preocupa enormemente en qué situación está el testigo (por el taxista), cómo está psíquicamente porque todos los medios han comentado que ha perdido el trabajo, ha perdido la familia, entonces me pregunto si ese testigo venía a aportar algo que evidentemente no le convenía a algunas personas muy allegadas al poder político”, en obvia referencia a Alberto Leyes.
Desistir del recurso de amparo
El penalista anticipó que decidió desistir del recurso de amparo presentado por la anterior defensa -algo que le fue concedido sobre el mediodía de ayer, según le informaron a La Noticia en San Luis- para que el expediente vuelva a manos de la juez Virginia Palacios Gonella y de esa forma poder incorporar el testimonio del taxista y a partir de allí buscar elementos que prueben la veracidad o no de su relato. Luego Salomón pedirá la reconstrucción del hecho “porque es fundamental”, aseguró.
Situación llamativa en medio de la conferencia
El rubio fotógrafo del diario de la familia -sindicado por las malas lenguas como pareja de Mabel Leyes, hermana de Alberto Leyes mencionado por el taxista-, tuvo momentos más que llamativos cuando abandonó su tarea de fotógrafo y se puso en el rol de cronista, aun cuando estaba presente Gustavo Luna especialista en policiales y judiciales del diario. El pibe sacó su celular y comenzó a grabar -o transmitir en directo a `alguien´- las palabras de Salomón, a la vez que sin ningún disimulo disparaba su cámara fotográfica hacia los periodistas presentes en el lugar. Fue tan ridícula la actitud del fotógrafo, que alguien dijo que “si este fuera espía, le tocaría timbre al espiado”; puesto que la conferencia se transmitió en directo por varias radios y estaban presentes los principales canales televisivos -por aire y cable- de San Luis. Si Jauretche viviera, la actitud de este pibe hubiera tenido un capítulo aparte en Zonceras Argentinas.
Carlos Rubén Capella
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