Después de la marcha opositora en las calles de Brasil, simpatizantes del Gobierno y del PT defendieron la democracia con actos didácticos.
En la periferia de Río de Janeiro, en Brasil, se realizaron diversas actividades culturales desde las 3 de la tarde local, en repudio a las movilizaciones de la oposición, que se dieron en horas de la mañana, y en apoyo a la jefa de Estado Dilma Rousseff y al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Los movimientos sociales organizadores del evento se declararon defensores de la democracia y expresaron que tales actividades se realizan frente a la embestida golpista, que tiene lugar en la nación suramericana, por parte de los medios de comunicación, de las corporaciones y los sectores de la derecha brasileña.
En Brasilia, capital, también estaban previstas movilizaciones en apoyo al ex mandatario y la actual presidenta para la misma hora de la tarde, pero la policía militar suspendió la actividad por «órdenes» del gobernador de la entidad porque, según informaron, no está permitido concentrarse en el lugar que los organizadores establecieron.
Esto no disminuyó los ánimos de los miembros del Partido de los Trabajadores (PT), quienes indicaron que se están preparando desde ya para lo que ocurrirá el 18 y el 31 de marzo.
Entre tanto, ciudadanos y dirigentes del PT se concentraron en las afuera de la casa del ex mandatario Lula da Silva, en la ciudad de Sao Bernardo do Campo en el Estado de Sao Paulo, como expresión de su apoyo el ex jefe.
En contra
Las manifestaciones que tuvieron lugar en contra del gobierno de la presidenta Dilma Rousseffa, iniciaron a las 10 de la mañana y se disolvieron al medio día, fueron convocadas por redes sociales y contaron con el apoyo de partidos opositores.
Estas protestas y manifestaciones opositoras sucedieron con el llamado a la tranquilidad, que hizo la mandataria en horas de la mañana, y coinciden con la conmemoración de los 30 años de la restitución a la democracia en Brasil país, desde la dictadura miliar.
La jefa de Estado, por su parte, expresó previo a los eventos de movilización: «Creo que todas la personas tienen derecho a salir a la calle, ahora nadie tiene derecho a crear la violencia. Yo viví en un momento en el que si manifestabas ibas preso, si discrepabas ibas preso. Ahora no. Vivimos en un momento en el que las personas pueden manifestarse y puede expresar lo que piensan y eso es algo que tenemos que preservar», apuntó.
En contexto
La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) pidió respeto a la dignidad del ex presidente brasileño, luego de que la Fiscalía de Sao Paulo solicitara su detención preventiva en la investigación de supuestos delitos de lavado de dinero y falsificación de documentos.
La presidenta de Brasil enfrentó durante 2015 al poder de los medios de comunicación, los partidos de derecha, un escándalo de corrupción y los intentos de juicio político que intentan destituirla.
Pese a la campaña mediática que se lleva en su contra, la mandataria expresó que no cree en un Brasil fascista, sino en un país donde vivan todos.