El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció una «guerra de precios de materias primas como consecuencia del nuevo reparto imperial que está afectado a la región». Lo hizo en el encuentro de mandatarios del Mercosur que se realiza en Asunción, Paraguay.
Evo Morales sostuvo que detrás de las guerras imperiales existe una política de precios para ampliar su control geopolítico, además de un intento de control de las fuentes de energía. Añadió que los precios de las materias primas se reducen y los mercados de armas crecen de manera «imparable».
«Esta situación tiende a hacer más dependientes a nuestras economías de la crisis energética occidental y a hacer más vulnerables a nuestras cuentas fiscales», señaló el mandatario.
En ese contexto, consideró que «hay más necesidad que nunca del diálogo en el Mercosur como una respuesta a la crisis global y como una manera de proteger, fortalecer y profundizar el proceso de integración regional».
Además, Morales advirtió sobre el riesgo hacia los avances sociales y la estabilidad democrática en la región e instó a dar una respuesta conjunta a la «crisis que sufre el capitalismo mundial».