San Luis (LaNoticia) 03-02-15. Juana Koslay no estuvo exenta del castigo del clima y fueron varias las zonas que, inclusive hasta anoche, estaban afectadas por las intensas lluvias. Hubo problemas en avenida Presidente Perón -ex Ruta 20- debido al desborde del río que viene de Potrero de los Funes; la zona de Cuchi Corral estaba aislada por avenida San Roque; la avenida Los Eucaliptos estuvo prácticamente intransitable debido al agua que arroja el barrio privado propiedad (¿?) de Rovella.
El caso del barrio Los Eucaliptos -que según las malas lenguas, Vallone no arregla porque allí no lo votó nadie-, es uno de los emblemas de la falta de capacidad de las gestiones que ya han pasado y de la actual. Construido en épocas de Nora Videla, se tuvo la poca capacidad de darle nivel hacia la avenida homónima en lugar de hacerlo hacia el arroyo Cuchi Corral que corre a todo lo largo del barrio. Luego durante la gestión de Eduardo Gargiulo, el barrio privado propiedad (¿?) de Rovella hizo los desagües del mismo hacia la avenida Los Eucaliptos y las aguas van hacia el barrio en cuestión. Gargiulo no tuvo lo que hay que tener para obligar a Rovella a entubar las salidas de agua y llevarlas, en forma subterránea, hacia el arroyo Cuchi Corral. “Era tal la cantidad de agua que salía del barrio privado hacia la avenida, que solamente las camionetas podían pasar”, le dijo a La Noticia un vecino indignado. ¿Y qué decir de la actual gestión de Vallone? Que tienen tan poca capacidad para ver los problemas, que mandan a realizar trabajos que en dos días ya pasaron a la historia. Por ejemplo, tal vez por nuestra nota publicada o por la causalidad, el calvo intendente envió a arreglar una esquina que había quedado destruida con una lluvia de la semana anterior, que llevaba más agua que el arroyo Cuchi Corral y fue motivo de nuestra nota con fotografías que documentaban lo que criticábamos. La mandó a arreglar, pero los muchachos pusieron tierra y se fueron cometiendo un “pequeño error”, el de no bajar la cantidad de tierra que impide que el agua de lluvia llegue al arroyo. ¿Resultado? Hoy la calle está deshecha como si no la hubieran arreglado nunca, porque el agua, como era lógico circuló por la calle en lugar de ir al Cuchi Corral. Si le preguntan a un niño de 10 años cómo arreglaría el problema de esa calle, seguro da la respuesta correcta, en cambio Vallone no da pie con bola. Y ni qué hablar de hacer desagües pluviales a los largo de la Avenida Los Eucaliptos con entubados hacia el arroyo, porque eso es materia para otro tipo de cerebros, no para los que abundan en la Municipalidad de Juana Koslay.
El gran problema en El Chorrillo con respecto a las lluvias, sean éstas intensas o no, es que sobre Aguada de Pueyrredón no existe un canal colector en el piedemonte que evite que el agua de lluvia pase por arriba de la avenida, convirtiéndola en un verdadero peligro. Ese canal, debería tener cada determinada distancia, canales evacuadores hacia otro que esté al costado de Avenida del Viento Chorrillero y por debajo de esta que lleve finalmente el agua hasta el río que corre paralelo a no más de 500 metros.
De esa forma, no hubiera pasado lo que pasó ayer, que se pudo ver a pesadas maquinarias sacar arena en cantidad impresionante de la Avenida del Viento Chorrillero. Esto es algo que ocurre sin importar la intensidad de la lluvia y el factor fundamental es que el canal existente en el lugar está tapado en toda su extensión, pero además está ubicado del lado equivocado, puesto que está paralelo a la avenida, pero el agua tiene que cruzar la calzada para llegar al canal, algo que solamente puede ocurrir en un lugar gobernado por “cerebros geniales”.
Es obvio pensar que ninguna de estas soluciones se podrá ver antes de que Vallone deje el sillón de la municipalidad, puesto que si en ocho años no pudo hacer nada positivo por nuestra ciudad -ya que no podemos escribir “su” ciudad, puesto que vive en San Luis-, menos hará en lo que le resta de mandato.
Esperemos que estas soluciones no formen parte de una utopía, sino que alguna vez nos gobierne alguien que realmente piense en la gente y sus problemas, y que no diga, “si este tipo de lluvias ocurren cada varios años, ¿Pará qué hacer obras de desagües tan costosas?”.
Carlos Rubén Capella
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