El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a Estados Unidos de ser responsable de una campaña de «guerra psicológica mundial» contra el país para justificar un futuro «golpe de Estado cruento», y le preguntó a su par Barack Obama si está al tanto de las maniobras.
«Ha arrancado una campaña de guerra psicológica mundial para justificar un golpe de Estado cruento en Venezuela apoyado por factores del poder imperial de los EEUU; así lo denuncio», aseguró Maduro, que luego le habló directamente a Obama: «Presidente, su Gobierno en pleno está conspirando para derrocar al Gobierno legítimo de Venezuela, ¿Usted lo sabe?».
Para el mandatario venezolano, «todas las agencias de Gobierno» de los Estados Unidos, entre las que citó al FBI, la CIA y la DEA, «están metidas» en este supuesto plan para acabar violentamente con el Gobierno, de la que recibió también alguna información en la reciente cumbre de la Celac en Costa Rica.
Maduro lamentó que los funcionarios estadounidenses lanzan «mensajes cruzados», porque «una cosa es lo que dice el mensaje oficial y otra lo que hacen todos los días», y advirtió que las acciones de la Embajada de EE.UU. en Caracas «están llegando más allá del límite».
«Llegará un momento en que será imposible tener relaciones diplomáticas con su Gobierno», añadió, según la estatal agencia AVN y Efe, y consideró que con sus editoriales críticos el diario New York Times «está empujando, está dando el visto bueno para un plan de destrucción de Venezuela, un golpe de Estado cruento».
EEUU y Venezuela mantienen unas tensas relaciones y sus relaciones diplomáticas están a nivel de encargados de negocios tras las expulsiones mutuas de sus embajadores hace más de cuatro años, y aunque hubo algunos intentos por acercar posiciones, nunca se llegó al restablecimiento total de los vínculos.
A fines del 2014, Obama refrendó la Ley para la Defensa de los Derechos Humanos y la Sociedad Civil de Venezuela, que congeló los activos y la prohibición para emitir visados a funcionarios venezolanos que Washington juzgó relacionados con la violencia y la represión durante la ola de protestas antigubernamentales que vivió el país los primeros meses del año.
En su discurso, Maduro también atribuyó a un «ataque artero» y «bodrio» de la «ultraderecha internacional» las informaciones de prensa sobre presuntos nexos del titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, con el narcotráfico.
«Lo que han hecho con este ataque artero, con este bodrio de la ultraderecha internacional es unirnos más; cada ataque nos une más, al pueblo, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), al alto mando político militar nos une cada vez más», afirmó Maduro.