San Luis (LaNoticia) 27-01-15. La Dirección de Bromatología decomisó 12 medias reses a un frigorífico radicado en la localidad de San Gerónimo. Juan Sánchez, director de Bromatología, explicó las razones del secuestro preventivo y dijo que “el motivo del secuestro preventivo fue la falta de temperatura adecuada para su transporte, estos animales estaban por arriba de los 10 grados centígrados con respecto a lo que estipula el Código Alimentario Nacional”.
“El dueño de las medias reses adujo problemas con la cámara de frío, por lo que se vio obligado a trasladar mercadería que no había tomado la temperatura o el frío adecuado y entonces decide transportarlo para evitar el problema de que se le eche a perder la carne. De todos modos la función de él es avisar a la Dirección para que ésta arbitre los medios necesarios para que sean resguardados en cámaras apropiadas, hasta que estén a una temperatura adecuada para su comercialización», dijo Sánchez.
“La irregularidad fue detectada cuando pasaba, como todos tienen la obligación, por la Casilla Sanitaria que es el ente de contralor de los alimentos y allí se realizan las pruebas de temperatura de los alimentos, entre otras inspecciones”.
“De todos modos ese camión venía con 45 medias reses de las cuales 12 estaban fuera del límite de temperatura, así que calculo que el descargo que hacen en el momento de la inspección concuerda aparentemente con lo vertido de forma verbal de que tuvieron problemas en la cámara y decidieron trasladar la mercadería en forma más temprana”.
“Pueden recuperarse estas medias reses, pero todo depende del descargo que los propietarios presenten ante el juez de faltas que es quien va a ameritar las pruebas para ver si corresponde o no devolver la mercadería. Nosotros en base a lo que dice el Código Alimentario, que es taxativo, enviamos las actuaciones al Juez de Faltas y él determinará a su criterio si hace falta la intervención del inspector de SENASA para que vuelva a revisar la carne, o se considera que no está apta para consumo determinando el decomiso primero y la destrucción después”, explicó.
“Cualquier empresa que haga transporte de alimentos y no se adecue a las normativas del Código Alimentario Nacional es pasible de sanciones o advertencias, o como en este caso el envío al Juez de Faltas Municipal. Cualquier empresa, sea chica o sea grande, acá lo que nos preocupa es la calidad alimentaria”.
Respecto a los controles en los supermercados, Sánchez aclaró que “apagar las heladeras consume más energía eléctrica que si las dejan prendidas, porque una heladera que está cerrada mantiene su temperatura, mientras que una heladera que se deja apagada para volver a tomar la temperatura que necesitan los alimentos requiere que el motor funcione tres veces más que si estuviese prendido toda la noche porque mientras la heladera no sea abierta el motor se mantiene en posición descanso”, concluyó Sánchez.

Carlos Rubén Capella
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