En la causa de lavado de dinero se investiga el vínculo económico entre el propietario de Palermopack, Alejandro Picón, y el fiscal. La transferencia bancaria existió, pero la constancia la tiene Sara Garfunkel.
La fiscal Viviana Fein le confirmó el lunes pasado al juez federal Rodolfo Canicoba Corral que en la investigación por la muerte de Alberto Nisman figura documentación que vincula económicamente al ex titular de la UFI Amia con el empresario Alejandro Picón, dueño de la empresa Palermopack y del lujoso automóvil Audi que utilizaba el difunto fiscal.
Según consignó Tiempo Argentino, Palermopack y otra empresa de la cual es titular Picón aparecen indirectamente relacionadas en tercera línea con un ex agente de la CIA. La supuesta relación de Nisman con la embajada de Estados Unidos en la Argentina aparece documentada en el libro Argenleaks, del periodista Santiago O´Donnell.
La versión sobre una transferencia de dinero de Picón a Nisman fue publicada el 28 de junio pasado por el diario Perfil. El fiscal federal Juan Pedro Zoni venía «caminando» la pista de Picón en la investigación por presunto «lavado de dinero» que sólo involucra -por ahora- a la madre de Nisman, Sara Garfunkel; a su hermana, Sandra, y al empleado informático Diego Lagomarsino.
El 2 de julio, Canicoba Corral le envió una nota a Fein: «Tengo el agrado de dirigirme a la señora fiscal en la causa 2.752/15, caratulada `Lagomarsino, Diego Ángel y otros s/av. Delito. Denunciante: Procelac´, a efectos de solicitarle se sirva informar si en el marco de su investigación tiene información referida a una supuesta transferencia de dinero que Natalio Alberto Nisman habría recibido de parte de Claudio Picón o Palermopack SA».
Cuatro días más tarde, Fein respondió: «En atención a lo peticionado con relación a información referida a una supuesta transferencia de dinero que Natalio Alberto Nisman habría recibido de parte de Claudio Picón o Palermopack SA, hágase saber al titular de dicha judicatura que conforme las constancias incorporadas al legajo se cuenta en la presente con vistas fotográficas de un documento financiero que fue habido en el interior del departamento que ocupaba el doctor Natalio Alberto Nisman, correspondiente al Bank of América y en el cual figura el nombre de Claudio Picón.»
Apenas recibió la confirmación, Canicoba Corral decretó el «secreto de sumario» en la investigación por presunto «lavado».
El certificado de la transferencia bancaria es de 200 mil. Atento a que el origen es un banco de Nueva York, todo indica que se trata de dólares. La fecha está consignada en el estilo estadounidense, es decir mes/día/año: 7-16-12. Acaban de cumplirse tres años de aquella operación.
La fiscal Fein le envió al juez federal «copias de dichas fotografías». ¿Por qué no le envió copias del documento? Porque no las tenía. ¿Dónde está ese papel ahora? Responde Fein: «Hágase saber al magistrado (Canicoba Corral) que conforme surge de las actas labradas el día del hecho bajo estudio, dicho elemento fue entregado junto con otra documentación personal a la madre del nombrado, señora Sara Garfunkel». Dicho de otro modo: un documento que podría ser prueba central en la causa por presunto lavado está en poder de la madre de Nisman, investigada justamente en ese expediente por el delito de lavado.
¿Por qué le transfirió Picón 200 mil (supuestamente) dólares a Nisman en julio de 2012? Pese a que el dato está en el expediente desde la noche misma en que fue hallado el cadáver del fiscal, y que Picón declaró como testigo el 15 de abril, no hay una respuesta.
Picón dijo que conocía a Nisman desde 1990, «cuando tenían amigos en común y su familia era titular de un restaurante en la Costanera, del cual Nisman era cliente». Se hicieron amigos, pero «cuando Alberto se fue a vivir con Sandra Arroyo Salgado a Pilar la relación dejó de tener fluidez». Sin embargo, «hace cuatro años, aproximadamente, Nisman le pidió que lo ayude para hacer ingresar a sus hijas al colegio Northlands», al cual concurre una hija de Picón.
«En 2010 o 2011», el fallecido fiscal se separó de Arroyo Salgado y se fue a vivir con su madre. «El rodado particular de Nisman se lo había quedado Arroyo Salgado», declaró Picón. En 2012, recordó haberle prestado a Nisman un «Jeep Wrangler». Y a mitad de 2013, el Audi Q3. «Dicho vehículo fue adquirido por su empresa Palermopack SA como oportunidad de inversión, en vista de la aplicación del impuesto que actualmente grava la compra de vehículos de alta gama», explicó Picón. Lo compró, y se lo ofreció a Nisman. Pese a que el auto lo utilizaba el difunto fiscal, la empresa Palermopack «afrontaba los gastos de mantenimiento» del rodado. Nisman utilizaba el Audi -siempre según Picón- «los fines de semana para trasladarse con sus hijas, en estricta privacidad».
En la causa que instruyen el juez Canicoba Corral y el fiscal Zoni está instalada la sospecha sobre la propiedad del Audi. Creen que el dueño era Nisman, y Picón figuraba como titular. Alienta esa sospecha que en la cuenta que administraba en el Merryl Lynch de Nueva York (cuyos titulares eran su madre, su hermana y Lagomarsino), Nisman figura como «abogado» y omite su rol de representante del Ministerio Público. Pero si Picón era supuestamente testaferro de Nisman, ¿Por qué le transfirió 200 mil dólares a su cuenta, cuando el circuito normal debió haber sido al revés? Lo mismo se están preguntando por estas horas Canicoba Corral y Zoni.