El Departamento de Justicia estadounidense elevó formalmente el pedido a Suiza para que los siete funcionarios de la Federación Internacional de Fútbol Asociado detenidos hace un mes declaren en la causa que los acusa de ser parte de una red de corrupción que, junto con empresarios, posibilitó el pago y cobro de más de 100 millones de dólares en sobornos.
Los detenidos en Zúrich son el uruguayo Eugenio Figueredo, en su calidad de vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol y de la FIFA; el costarricense Eduardo Li, presidente de la Federación costarricense; y el brasileño José María Marón, miembro ejecutivo de la Confederación Sudamericana.
Están igualmente detenidos desde el 27 de mayo último Julio Rocha, ex presidente de la Federación Nicaragüense de Fútbol y funcionario de la FIFA; y el venezolano Rafael Esquivel, presidente de la federación de su país y miembro de la Conmebol.
Además, la policía suiza arrestó a los británicos Costar Takkas, ex secretario general de la Federación de Fútbol de Islas Caimán, y Jeffrey Webb, presidente de la Confederación de Fútbol de América del Norte, Centroamérica y el Caribe, y vicepresidente de la FIFA.
Todos ellos se encontraban en Zúrich para participar en el Congreso anual de la FIFA, que tenía como principal punto de su agenda la elección de su Presidente, cargo para el que Joseph Blatter fue reelegido y al que renunció días después.
Tras la extradición solicitada por Estados Unidos, el ministerio helvético deberá examinar si reúne en cada caso las condiciones requeridas, y luego dar una respuesta.