San Luis (LaNoticia) 04-06-15. Debemos saber que existen riesgos al conducir cualquier vehículo. Pues bien, hay un buen número de peligros para la conducción que debemos conocer para poder evitarlos y reducir las probabilidades de tener algún hecho súbito y contingente en la vía pública. Quizás podríamos pensar que esto no va para nosotros, o que algunas sugerencias son ridículas. Pero pensar así sería un error.
Asimismo, los seres humanos somos seres emocionales, y por lo tanto, vivimos en un estado emocional, tratando de huir del peligro y yendo en busca del placer. ¿Cómo se manejan esas emociones en el cerebro? Hoy gracias a las neurociencias se puede explicar.
El prestigioso neurólogo y neurocientífico argentino Facundo Manes, creador del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y del Instituto de Neurociencias de la Universidad Favaloro, interviene con «Cerebros en red», para indagar en el tema.
«Como otros animales, los seres humanos tenemos un sistema de reacción frente al peligro que se desata a partir del miedo. Las amígdalas, que son dos almendras de tejido neural en la base del cerebro, se activan descargando respuestas que ayudan al cerebro a reaccionar frente al peligro».
Los humanos tenemos un sistema más complejo frente a la amenaza: la ansiedad.
La ansiedad es normal en situaciones como cruzar una calle, o al conducir un vehículo, por ejemplo.
«Tengo que estar ansioso mirando si viene un auto que puede chocarme o lesionarme, pero el problema es que la ansiedad o el mecanismo de ansiedad detecta peligro donde no hay y esa es la ansiedad patológica».
Otra condición relacionada es el ataque de pánico. «Cuando pensamos que algo catastrófico está por ocurrir y nuestro cuerpo reacciona con vehemencia. Además existen los pensamientos obsesivo-compulsivos como por ejemplo estar convencido de que en un picaportes hay un virus mortal».
También están las fobias que es el miedo exagerado a algo. «Todas estas conductas son expresiones exageradas de un sistema cerebral. Y estas conductas exageradas nos hacen víctimas de nosotros mismos».
A tal efecto, manejar es algo que debemos tomar muy en serio, pues hay vidas en juego.
Algunos peligros para la conducción son los siguientes:
• Alcohol. No beber si vamos a conducir.
• Medicamentos y drogas. Debemos consultar con nuestro médico por la medicación que tomamos. Las drogas son un caso aparte, pues no solo es muy peligroso para la conducción, sino que perjudica todo aspecto de la vida.
• Velocidad excesiva. Actualmente es un factor muy presente y no nos dejemos engañar por las características de nuestro vehículo o lo que hagan otros; los límites de velocidad también están hechos para nosotros.
• No respetar las señales de tránsito. Saltarse un Stop, pasar un semáforo en rojo, adelantar con línea continua… éstas y otras acciones son en más de una ocasión la causa de accidentes graves. Y debemos saber que al hacerlo estamos dentro de lo que se denomina, dolo (delito).
• Distracciones. Hablar por teléfono, mirar el GPS o un mapa, buscar algo en el bolso, maquillarse, cambiar de emisora de radio, encender un cigarrillo o incluso una mosca molesta, son algunas situaciones que se dan y que pueden distraernos lo suficiente como para accidentarnos. Lo mejor, es detenernos y realizar cualquiera de las acciones citadas.
• Somnolencia y falta de concentración. No deberíamos iniciar o seguir un viaje si sentimos que tenemos sueño. También es peligroso salir a la vía pública si estamos muy preocupados de modo que nuestra atención sea insuficiente. Conducir para relajarse o para aliviar la tensión no es una buena idea.
• Prisa y conducción agresiva. Si conducimos dominados por la prisa o con mucha tensión será fácil que empecemos a conducir imprudentemente. Y siempre debemos tratar de estar calmados al volante. El automóvil no es lugar para discutir.
• Mantenimiento del vehículo. Un buen mantenimiento de nuestro coche o moto puede evitarnos muchos problemas.
• Climatología. Debemos conducir con especial cuidado cuando nos encontramos con lluvia, niebla, nieve, viento fuerte, o cualquier otro fenómeno meteorológico. Además debemos tener mucha precaución al conducir de noche.
• Estado de la carretera y de las señales de tránsito. Por desgracia aún existen puntos negros donde el trazado o el estado de la carretera, o una señalización poco clara o equivocada, son peligros añadidos. Ante esto lo que más puede ayudarnos es conducir con prudencia.
• Otros conductores. No podemos controlar la forma de conducir de los demás. Por eso hay que tener los ojos bien abiertos, teniendo cuidado de los ángulos muertos. Y es importante evitar discusiones con otros.
• Uso de los elementos de seguridad. Por mucho que hagamos por conducir con prudencia es imprescindible usar el cinturón de seguridad, o el casco si vamos en moto, incluso en trayectos cortos. También el uso adecuado de las luces es muy importante.
Fuente: Neurcientífico Facundo Manes