El creador del partido ultraderechista Frente Nacional (FN), Jean-Marie Le Pen, presentó una demanda en los tribunales por su reciente suspensión de la formación que desde hace años preside su hija Marine. El octogenario político rechazó la decisión del comité ejecutivo del FN, que anuló su participación en el frente luego de que calificara como «un detalle» de la historia las cámaras de gas de la Alemania nazi.
El comité ejecutivo del partido dejó anulada su militancia y en suspenso la presidencia honoraria que ejercía en el FN del aún eurodiputado, quien se manifestó en desacuerdo con la interpretación que se realizó de los estatutos partidarios.
«Quiero que cese la infamia de la suspensión, tal y como la decidió el comité político del partido», señaló Le Pen en la radio France Info, donde precisó que su intención es «anular esa decisión contraria a nuestros estatutos y a la ley que rige las asociaciones».
Por eso, el líder ultraderechista decidió llevar su caso ante el tribunal de Nanterre, en el suburbio sureste de París. Le Pen, que no se habla con su hija, no advirtió a la actual presidenta del FN de que cursaría una denuncia que no abandonará «hasta la victoria».
«Reivindico mi derecho a la palabra», agregó Le Pen, quien no se arrepintió de sus comentarios filonazis. Además, el longevo político aseguró que la decisión contra él la tomaron los «complotistas» que dirigen el partido.