El piloto nacido en Perú pero integrante de la Marina de Estados Unidos, Jorge Christian Castañón, presentará en los próximos días una demanda contra el estado argentino por el espionaje que sufrió a través de una orden ilegal del fiscal Carlos Stornelli. La presentación la hará el abogado Arturo Bayala ante la Corte Suprema de Justicia, porque Castañón estaba oficialmente en la Argentina como representante del gobierno de Estados Unidos, entrenando pilotos argentinos en la base naval de Punta Indio. La trama de ese caso de espionaje ilegal fue descubierta en la investigación que lleva adelante el juez federal Alejo Ramos Padilla. En los chats entre Stornelli y Marcelo D´Alessio, el fiscal le pidió al falso abogado que espíe a Castañón, anterior marido de la actual esposa de Stornelli. En un tramo del diálogo entre Stornelli y D´Alessio se habló se hacerlo detener por aduaneros de Ezeiza e incluso de plantarle droga en una valija.
Castañón llegó a la Argentina en 2003 y fue integrante de la agregaduría militar de Estados Unidos en la Argentina. Para eso tuvo que presentar sus documentos en la Cancillería y fue aceptado oficialmente por el gobierno nacional. Su llegada al país tuvo el objetivo de entrenar a los nuevos pilotos navales en la base de Punta Indio, cerca de Bahía Blanca. En 2005 conoció a Stornelli a través de un amigo y empezaron a compartir caminatas aeróbicas, ya que vivían a poca distancia en Palermo Chico. Castañón conoció a Florencia Antonini en 2006 y se casaron en 2008, ceremonia en la que estuvo presente Stornelli con su esposa de entonces. El matrimonio Castañón tuvo dos hijas. En 2008, el piloto consiguió la baja de la marina norteamericana, pero hasta hoy está en la reserva, por lo que debe cumplir con la actividad militar un fin de semana por mes y un mes por año.
Lo concreto es que Castañón empezó a trabajar en Miami después de conseguir su baja y, a sus espaldas, Stornelli y Antonini trabaron una relación sentimental en 2014. Cuando el piloto se dio cuenta de la situación, se produjo la separación y posterior divorcio, con una fuerte ofensiva –según señala en el escrito– de Antonini en el terreno judicial, acusándolo de violencia doméstica, de lo cual fue sobreseído. A raíz de la causa de Dolores y por la evidencia encontrada en la vivienda de D´Alessio, Castañón vivió un verdadero terremoto porque se enteró que venía siendo espiado, según afirma en su denuncia, por un agente del estado argentino (Stornelli) en uso (ilegal) de sus funciones.
*Castañón afirma que por esa vía del espionaje ilegal, utilizando el aparato del estado argentino, el dúo Stornelli-Antonini obtuvo información, en especial económica, que usó en el litigio de divorcio. En uno de los mensajes que se le encontró a D´Alessio, dirigidos a Stornelli, dice «Estuve mirando el Org Chart y veo que Castanon/Jorge de EWRFO que es de United Express. Reporta a un tal Andrew Ashbury (WHQUX). Es un primer oficial de United Express. La subsidiaria regional. O sea que es la persona que buscas y viene a Argentina no lo hace trabajando”
*El espionaje de Stornelli motivó, hace varios meses, que la Marina de Estados Unidos lo llame a declarar. El piloto debió explicar lo que estaba pasando, porque no es un hecho menor que se estén siguiendo los pasos de un integrante de la Marina.
*En uno de los diálogos entre D´Alessio y Stornelli, el falso abogado y espía le informó al fiscal que «Castañón es bagayero», o sea que lo trató de contrabandista, sin prueba alguna. Como es obvio, una frase semejante produjo conmoción en su trabajo y lo obligó a renunciar a la empresa aérea Blue Jet.
*Lo más grave que apareció en los chats entre el fiscal y el falso abogado es el plan para plantarle droga. Stornelli le propone una estrategia para hacerlo detener por algún aduanero en Ezeiza, pero D´Alessio elucubra otra cosa: «“Pienso en algo peor, ponerle algo en la valija. Pero lo tenemos que hablar personalmente”. Es claro que se está hablando de droga, pero ello no surge sólo de la frase de D´Alessio, sino porque el falso abogado exhibió planes similares con varios de los extorsionados. Por ejemplo, con los empresarios Pedro Etchebest y Mario Cifuentes. A ambos les sugirió que podía aparecer droga en los autos de sus hijos.
*El piloto considera que Stornelli, integrante del estado argentino, usó recursos y estructuras oficiales para espiarlo, por lo cual corresponde la demanda al país. Es que en la causa de Dolores, D´Alessio aparece trabajando de manera inorgánica para la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) a través de varios integrantes, en especial los ex policías Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk.
*Hay un hecho adicional de magnitud. La ex esposa, actual pareja de Stornelli, intentó convencer a Castañón de que no fuera a declarar a Dolores y que escondiera el escándalo. En el diálogo, Antonini le dijo: «Mauricio le dijo a Carlos que al juez lo destituyen este viernes». Ese viernes era el 22 de febrero de 2019 y Macri había adelantado unos días antes que el gobierno presentaría un pedido de juicio político contra Ramos Padilla. El intento de remoción del magistrado fue encabezado por el ministro de Justicia Germán Garavano. Esto refuerza el argumento de Castañón de que el estado argentino fue la estructura que se movió en todo su caso.
En resumen, Castañón plantea que fue víctima de espionaje ilegal siendo ciudadano y militar de otro país, registrado oficialmente, por lo que el caso tiene además implicancias diplomáticas. O sea, significa la violación de su intimidad por parte del estado argentino y además –dice el piloto– tiene implicancias de país a país.
Como se sabe, Stornelli adelantó que irá a Dolores a responder por todas las imputaciones, entre ellas la referida al piloto nacido en Perú, pero ciudadano de Estados Unidos. En Comodoro Py esta acusación, la de utilizar el aparato de espionaje ilegal para cuestiones personales, cayó como una bomba: no hubo un solo fiscal que saliera a defender a Stornelli o a justificar las maniobras con D´Alessio. La red de contención fueron Elisa Carrió y sus adláteres de la Coalición Cívica, pero también esas legisladoras están en la mira en la causa de Dolores.
Según los trascendidos, el piloto evalúa no sólo accionar contra el país ante la Corte, por las acciones de Stornelli, sino también baraja presentarse en las instancias internacionales. Persigue una condena penal pero también una indemnización por el perjuicio que, sostiene, le causó el estado argentino.