San Luis (LaNoticia) 27-09-2019. A Jesús Oviedo, un hombre de 76 años lo encontraron asesinado a 200 metros de su campo, ubicado en el Paraje Los Lobos a 100 kilómetros de Santa Rosa del Conlara. El anciano fue encontrado sin vida, boca abajo, en un pajonal. Su cuerpo presentaba signos de que había sufrido una muerte violenta. El hecho sucedió en enero de 2016 y hasta hoy, el crimen sigue impune a pesar de que se logró ubicar a 4 personas en la escena del homicidio. Familiares de la víctima se reunieron con Lilia Novillo para reclamar ser particulares damnificados y solicitar justicia.
Martín Sosa, el hijastro de Oviedo acompañado de otro familiar y del abogado penalista Santiago Calderón Salomón, mantuvieron una audiencia con Novilllo. La miembro del Superior Tribunal de Justicia los escuchó y les prometió interiorizarse de la causa judicial que está radicada en el juzgado Penal del juez Jorge Pinto, con asiento el Santa Rosa.
Sosa expresó “hasta el día de hoy no sabemos nada de lo que pasó. Cuando vamos al juez nos dice que tenemos que esperar, pero ya pasaron más de 3 años y no hay ningún detenido».
Y amplió. «Queremos que se haga justicia, porque él tenía 76 años y lo asesinaron. Y lo tiraron al pajonal, en su campo, al sur de Santa Rosa. Y así nos puede pasar a nosotros también».
De la declaración de un remisero, conocido en el pueblo, porque es hermano de un policía de alto rango en la zona, se desprende que llevó a otras 3 personas, a comprar chivos a la casa de Oviedo. Según el relato, la visita fue alrededor de las 2 de la madrugada el día del homicidio. Un dato llamativo es que el taxista declaró en una comisaría de Concarán, y cuyo testimonio quedó nulo, porque la investigación la llevaba adelante la comisaría de Santa Rosa.
Mientras que los otros tres presuntos sospechosos sí declararon en sede judicial, pero manifestaron, que esa madrugada jamás se dirigieron al campo de propiedad de Jesús Oviedo, tratando de despegarse del hecho. Todos están en libertad y se cruzan cada tanto con los familiares de Oviedo en el pueblo.
La esposa de la víctima, madre de su hijastro murió hace un tiempo. Y el hombre no tuvo hijos, ni herederos forzosos. Su hermano y sus sobrinas solicitaron ser particulares damnificados, pero la Justicia se niega a reconocerles ese rol.
Cristina Sosa Puebla
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