Diversas organizaciones sociales y comunidades de las favelas en Río de Janeiro, denunciaron este domingo que el asesinato de la niña Agatha Felix, corresponde a las políticas violentas impulsadas por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Agatha falleció tras ser alcanzada por un disparo de la Policía en la favela Fazendinha en el Complexo do Alemão, en el norte de Río de Janeiro; los familiares de la occisa, manifestaron que el hecho ocurrió cuando los agentes realizaban un operativo en la zona.
La menor estaba dentro de una camioneta cuando fue alcanzada por una la bala proveniente de un arma automática de la policía de la seguridad pública de Río Janeiro, cuyo gobernador Wilson Witzel, cercano al presidente brasilero, ha sido cuestionado por los controvertidos operativos.
El abuelo de Agatha, Ailton Félix, recriminó fuertemente a agentes de policía aludiendo que la sangre de su nieta está en sus manos.
La red de Derechos Humanos, Reducción de Homicidios y Alivio de la Pobreza, expresó que entre los años 2007 y 2019, 57 niños y niñas fueron asesinadas por bala perdida en Río de Janeiro.
«Todo este derramamiento de sangre que sufren los niños pobres no ha cambiado las políticas de seguridad pública, que insisten en el capitán del modelo de Bush», indica en su informe la Red.