San Luis (LaNoticia) 10-09-2019. El abogado penalista Jorge Sosa, quien representa a la familia del aspirante a soldado José Javier Bechis, sorprendió ayer con la declaración que hizo ante algunos medios de comunicación. El letrado echó un manto de sospecha sobre la investigación que lleva adelante la Fiscalía Federal y dio a entender que el día anterior al homicidio «hubo un hecho grave» contra Bechis que podría guardar relación con el desenlace fatal. Aunque el letrado no quiso ahondar en detalles, sí confirmó que pedirá que el episodio sea materia de investigación.
El aspirante fue asesinado por un compañero en medio de su primera práctica de tiro, en Salinas del Bebedero, el 2 de septiembre pasado. «A la familia solo le han dicho que fue un accidente y que fue un disparo a corta distancia y las dos versiones que hay no son exactas. Hasta acá lo que se le ha dicho ha sido insuficiente y contradictorio. Y es muy grave que no haya una respuesta acorde», indicó el letrado.
Asimismo, Sosa aseguró que «se sabe quién es la persona, (que disparó) se sabe que ha estado en estado de shock, pero a mí me interesa lo que declaró», y agregó. Voy a pedir que se secuestre documentación y que se informe como estaba conformada la cadena de mando. Vamos a ir por todas las responsabilidades y sobre todo por un hecho grave que sucedió el día anterior».
Por su parte, el fiscal federal Cristian Rachid, el viernes pasado ante la prensa, se preocupó en aclarar que se investiga «un homicidio a secas, todavía no podemos decir que sea imprudente o culposo. No está descartado lo intencional, porque no se sabe de qué fusil salió el disparo mortal». Y que se presume hay múltiples responsabilidades, no solo del autor del disparo sino también de los superiores que debían controlar las diferentes instancias de la práctica.
«En la organización de una práctica de tiro hay un puesto donde se entregan las municiones, otro puesto que es el de tiro, en donde cada aspirante tiene la asistencia de un oficial o suboficial que tiene que controlar todo lo que hace con el arma. Después vuelve a pasar por el puesto de municiones y finalmente va al puesto de limpieza. Todo esto está supervisado, porque es una práctica controlada por lo tanto las responsabilidades pueden ser múltiples». Se está investigando si en cada uno de los puestos el responsable controló lo que debía.
Cristina Sosa Puebla
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