La necesidad de impulsar medidas de emergencia ante la crisis nacional.
Hay que impedir que el pueblo trabajador siga pagando la crisis.
Por:
Johana Gómez.
Candidata a Diputada Nacional por el Frente de Izquierda – Unidad.
En el final del gobierno nacional de Macri, el país está atravesando una situación de emergencia. Bajo las órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI) junto a sus socios y sus cómplices – los gobernadores y senadores peronistas que le votaron todas las leyes que necesitó para hacer lo que hizo – generaron una crisis que está pagando el pueblo trabajador.
Ellos gobernaron y legislaron al servicio de especuladores, banqueros, terratenientes y grandes empresarios, los únicos ganadores de esta crisis y los mismos que post PASO profundizaron el ataque al bolsillo de la clase trabajadora con el dólar a las nubes y más fuga de capitales, pulverizando aún más el salario y mandando a la quiebra a miles de pequeños comerciantes.
Mientras Macri intenta llegar a diciembre, Alberto Fernández dijo que un dólar a $60 era razonable, convalidando la devaluación. Además, sostiene que hay que pagar hasta el último centavo de la deuda interna y externa sin siquiera investigarla.
Desde el primer momento, las y los referentes públicos del Frente de Izquierda – Unidad (Nicolás Del Caño, Myriam Bregman, Christian Castillo, Romina Del Plá, Néstor Pitrola, entre otras y otros) hemos denunciado el ajuste y las consecuencias de la devaluación, y hemos alertado que la deuda es ilegal, ilegítima e impagable, y que las prioridades tenían y tienen que ser las necesidades de las familias trabajadoras y no los intereses millonarios del FMI. Pagarle a este organismo internacional significa y significará más desocupación y pobreza, menos dinero para educación y salud, jubilaciones y pensiones.
Ya en la provincia de San Luis se están viendo más claramente los coletazos de la crisis económica y social nacional: despidos en la fábrica Zanella del parque industrial de la capital puntana; despidos y suspensiones en la fábrica Bagley de Villa Mercedes; crisis en el transporte interurbano de la provincia con salarios adeudados a choferes y vaciamiento del servicio por parte de las empresas que lo brindan; aumentos del boleto del transporte urbano de la Ciudad de San Luis, como así también, tarifazos en luz y gas; y crisis en el sistema de salud de la provincia con reclamos de las trabajadoras y los trabajadores del sector que van desde re-categorizaciones atrasadas hasta denuncias por precariedad laboral.
Por todo ello, es urgente que aumenten los salarios, las jubilaciones y los planes sociales y que se actualicen en función de la inflación, como así también, la anulación de los tarifazos y que toda empresa que cierre sea puesta a producir por sus trabajadoras y trabajadores.
Además, si bien las centrales sindicales dicen que el salario mínimo debería ser de $31.500, no están dispuestas a mover ni un dedo para conseguirlo. Por eso, es necesario exigirles un Paro General Activo de 36 horas y un verdadero plan de lucha, por todos los reclamos de las trabajadoras y los trabajadores, y en apoyo a la lucha de estatales y docentes de la provincia de Chubut, que hoy están en huelga.
Por último, hay que nacionalizar el sistema bancario, donde sea la clase trabajadora quien controle todas las operaciones (la única garantía de preservar los depósitos, frenar la fuga de capitales y dar créditos baratos a pequeños comerciantes y productores) y, además, que el Estado monopolice el comercio exterior y la entrada y salida de divisas, bajo control de las trabajadoras y los trabajadores del sector, para terminar con la especulación, principalmente, de los exportadores de granos que atan los precios de los alimentos al dólar.
Solo con la organización y la lucha de millones – entre trabajadoras, trabajadores, estudiantes, mujeres, jóvenes, jubiladas y jubilados – podremos parar este saqueo y hacer que la crisis actual sea pagada por el gran empresariado, los terratenientes, los banqueros, los especuladores y la casta política gobernante.