La cumbre informal sobre inmigración, realizada por dieciséis países de la Unión Europea (UE) este domingo en Bruselas, capital de Bélgica, terminó con «progresos para forjar un acuerdo en el Consejo Europeo» de la semana próxima, según dijeron varios de los jefes de Estado y de Gobierno que participaron en el encuentro.
La canciller de Alemania, Angela Merkel afirmó, tras la reunión, que hay concordancia en que «no se puede dejar solos» a las naciones más afectadas por la llegada de la inmigración irregular. Añadió, además, que los refugiados «no pueden elegir» en que país piden asilo.
Asimismo, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se mostró esperanzado de que la UE llegue a un acuerdo común para hacer frente al problema de la inmigración, asegurando que el encuentro representó «un paso adelante» en esa dirección.
Angela Merkel durante su participación en la cumbre.
Foto: ec.europa.eu
Por su parte, el primer ministro de Malta, Joseph Muscat, indicó que la cumbre había sido «una señal de que hay una voluntad de ir hacia más cambios operacionales» en la política migratoria europea y que esta se había desarrollado «mejor de lo previsto».
«Espero que haya cumplido el objetivo de entendernos mejor los unos a los otros la semana que viene”, dijo Muscat a la prensa, señalando que «hay personas en el mar ahora mismo” y que “la situación escalará si no se toman decisiones en los próximos días».
En la misma línea se pronunció el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, quien dijo que si los países continúan trabajando en los próximos días en «medidas realmente operacionales» será posible conseguir «progresos» en el Consejo Europeo del próximo jueves.
Michel instó en concreto a trabajar sobre la protección de las fronteras exteriores de la UE para conseguir una «solidaridad» europea «efectiva» en materia migratoria y a buscar acuerdos con países fuera de ella.