La tarifa del subterráneo aumentará en mayo de 7,50 a 11 pesos, un incremento de 46 por ciento. El ajuste es solo un primer escalón que se completará en junio cuando trepe a 12,50 pesos, acumulando una suba de 66,7 por ciento en dos meses. La tarifa social, por su parte, subirá primero de 4 a 6 pesos y en junio llegará a 7 pesos, mientras que el premetro tendrá un único incremento al subir de 2,5 a 4 pesos. El ente regulador Sbase planteó que la nueva tarifa responde solo a los aumentos de los costos operativos del servicio de 2017, y no anticipa los incrementos y las negociaciones paritarias pendientes este año.
La ley 4472 que regula la operación del subte autoriza al regulador en su artículo 13 a fijar la tarifa técnica y los cuadros tarifarios que abona el usuario, previa audiencia pública. A su vez, en el artículo 31 se aclara que las tarifas deben ser revisadas anualmente, aunque si el incremento de costos supera el 7 por ciento la autoridad de aplicación debe iniciar el proceso de revisión tarifaria.
El último aumento había sido el 31 de octubre de 2016 cuando tarifa plena para el usuario trepó de 4,50 a 7,50 pesos, tomando como referencia una tarifa técnica, sin subsidio, fijada en 15,80 pesos. El año pasado la tarifa técnica se elevó a 18 pesos, pero la tarifa para el usuario se mantuvo sin cambios por la campaña electoral y recién ahora se implementará el primer ajuste que eleva la factura para el usuario de 7,50 a 11 pesos desde mañana y a 12 pesos desde el 1 de junio.
Cuando el gobierno de la ciudad se hizo cargo del servicio en enero de 2012 el servicio costaba 1,10 pesos. Lo primero que hizo fue llevarlo a 2,50 pesos. En enero de 2013 el viaje pasó a costar 3,50 pesos, en marzo de 2014 subió a 4,50, en octubre de 2016 a 7,50 y ahora terminará llegando a 12,50 pesos, lo que implica una suba acumulada de 1036 por ciento en seis años.
En 2016 la suba se combinó con una oferta de descuentos. Quienes realizan entre 21 y 30 viajes por mes obtienen un descuento del 20 por ciento a partir del viaje 21. Si viajan entre 31 y 40 veces el descuento en el último tramo se eleva al 30 por ciento y si superan los 40 viajes el descuento llega al 40 por ciento.
Esa bonificación ahora se mantiene y se ajusta a la nueva tarifa. Por lo tanto, de 21 a 30 viajes el pasaje costará 8,80 pesos en mayo y 10 pesos en junio; de 31 a 40 viajes 7,70 pesos en mayo y 8,75 pesos en junio, y de 41 viajes en adelante 6,60 en mayo y 7,50 pesos en junio.
La concesionaria Metrovías explicó que estos descuentos por frecuencia se suman los correspondientes al sistema SUBE, implementado desde comienzos de año por el Gobierno, por el cual se logran descuentos del 50 por ciento en un segundo viaje y de 75 por ciento en un tercer viaje y sucesivos que se combinen en un plazo de dos horas.
También se mantienen los pases gratuitos para jubilados y pensionados y para personas con discapacidad y el boleto estudiantil, así como los abonos maestro (240 pesos) y estudiantil (120 pesos, para alumnos de escuelas secundarias y terciarias).
El aumento, que se suma para el bolsillo de los trabajadores a los de luz, gas, agua, combustible, colectivos, alimentos, prepagas y colegios, entre otros, fue resistido por la mayoría de los 30 expositores que acudieron a la audiencia pública realizada el 19 de abril en el Centro Cultural Adán Buenosayres. El defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad, Gabriel Fuks, se pronunció en contra del aumento a 12,50 pesos y a favor de la estatización del servicio. Roberto Pianelli, de los Metrodelegados, aseguró que lo único que se hizo hasta ahora con el servicio “fue maquillar, y maquillar mal”. Varios de los que participaron en la audiencia coincidieron también en cuestionar el deficiente servicio en lo que hace a la frecuencia, el hacinamiento y la limpieza de los vagones y las estaciones.
La audiencia se iba a realizar el 6 de marzo, pero fue pospuesta debido a un recurso de amparo presentado por los diputados Myriam Bregman y Patricio del Corro (Frente de Izquierda), junto al metrodelegado Claudio Dellecarbonara. Se trató de un mero trámite administrativo, ya que la audiencia es obligatoria pero no vinculante, con lo que sólo permitió anticipar un nuevo aumento del servicio.