Colón es una de las provincias con mayor índice de criminalidad del país, 73 asesinatos en 2017.
La ciudad portuaria de Panamá se encuentra sumida en el caos, la miseria e inseguridad.
Por segundo día consecutivo, la ciudad panameña de Colón amaneció en paro de actividades económicas y docentes, mientras grupos de colonenses protestan en varios lugares en reclamo de la presencia del presidente del país, Juan Carlos Varela.
En la ciudad de Colón inició la medianoche del martes una paralización de las actividades, en respuesta a la propuesta de renovación urbana que plantea la remoción a barriadas periféricas de más del 80 por ciento de los habitantes, todos pobres y de clase media.
Según el Comité de Lucha por la Salvación de la Costa Atlántica, la acción gubernamental va dirigida a utilizar los recursos públicos para poner la ciudad bonita, pero solo para los ricos.
Además, el Comité indica que el Gobierno está optando por expulsar a la gente, en vez de dar soluciones habitacionales a los habitantes de la ciudad, actualmente sumida en un estado de caos, miseria e inseguridad.
El Gobierno de Varela, por su lado, condenó los actos violentos e indicó que garantizarán «el desarrollo de la Provincia de Colón».
Las protestas en Colón han dejado cinco heridos, entre ellos cuatro policías, 35 detenidos, seis comercios asaltados, entre otros daños.
Los colonenses denuncian que el Gobierno ignora la huelga y que éste utiliza grupos de infiltrados para generar violencia en las protestas.