San Luis (LaNoticia) 07-02-18. Por estos días, los habitantes de Justo Daract están demostrando su indignación por las redes sociales por lo que consideran la destrucción de “nuestro patrimonio arquitectónico”.
“El 30 de enero de 2018 comenzaron a demoler el edificio de la confitería `La Terminal´ y la obra sigue. Para nosotros era un edificio muy representativo, esperamos que lo que se haga valga la tristeza de verla así. El estilo de la arquitectura es semejante al de una calesita, el intendente de esa época, el Dr. Jorge Rodríguez la hizo construir así para recordar que en ese sitio baldío, propiedad de Don Bidondo, siempre se asentaban los parques de diversiones que llegaban a la localidad y todos tenían una calesita”, informa un ciudadano de Justo Daract en su Facebook.
De acuerdo a lo que nos informaron los lectores, “se especula que en su lugar van a hacer un Centro Cultural”. Cuando consultamos por qué dicen que se “especula”, nos responden “porque en el lugar no hay cartel de obra ni informes desde la Municipalidad sobre lo que están haciendo”. Más allá de destruir el patrimonio cultural o no -algo que es grave-, acá estamos ante la presencia de una irregularidad administrativa que podría tipificar un delito, puesto que por ley es obligación de los Gobiernos colocar el cartel de obra con todos los datos bien especificados como “qué se va a construir, costo de la obra, tiempo de ejecución, contratista, director técnico”, entre otros datos.
A primera vista pareciera una contradicción que se construya un Centro Cultural demoliendo un edificio que habla de la historia del lugar, del patrimonio arquitectónico. Ante esto sería bueno preguntarles a los funcionarios municipales de Justo Daract: Para ustedes ¿Se puede hacer `cultura´ demoliendo parte de la cultura? Sería muy bueno saber qué responderían.
Cuando consultamos sobre si hay movidas en contra de la demolición de `La Calesita´, nos dijeron que solamente en las redes sociales y muy limitado, por miedo, puesto que el intendente “Baggini envía carta documento a todo aquel critique su gestión municipal, ya lo hizo con una empleada municipal y un militante peronista”.
Pero más allá del patrimonio arquitectónico, ¿Habrá algún fiscal o juez o camarista que se anime a investigar si hay delito o no al no haber cartel de obra en el lugar?
Carlos Rubén Capella
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