Un nene de tres años de edad lucha por su vida en el hospital de Niños de Tucumán, donde permanece internado en terapia intensiva luego de haber aspirado purpurina accidentalmente mientras jugaba en su casa. En noviembre, un chico perdió la vida luego de un incidente similar.
El hecho ocurrió el sábado a la tarde, en el barrio 162 viviendas y el pequeño fue derivado al hospital pediátrico de la provincia luego de ser asistido en el Centro de Atención Primaria de la Salud de la zona.
El director del hospital de Niños, Oscar Hilal, informó que «esto ocurrió el sábado a la noche, cuando el niño estaba jugando en su casa y aspiró purpurina accidentalmente».
Según el facultativo, el paciente «llegó al hospital alrededor de las 22:00 con una severa insuficiencia respiratoria, por lo pasó a terapia intensiva, donde se le realizó un lavaje pulmonar y al nivel alveolar y quedó con asistencia respiratoria mecánica. El paciente continúa en terapia y hay que esperar para ver cómo reacciona al tratamiento en los próximos días. Está en una situación bastante grave y esperemos que pueda salir», expresó el médico.
Hilal explicó que la purpurina, un polvo brillante que contiene metales como cobre y zinc y es utilizado en manualidades, «al ser aspirada se adhiere a los alveolos de los pulmones y produce una dificultad en el intercambio gaseoso, por lo que ingresa poco oxígeno a los tejidos y órganos, que se van deteriorando».
El director del hospital de Niños admitió que el de este nene de 3 años «se trata de un cuadro grave, pero se actuó rápidamente y se hizo todo lo que correspondía, por lo que hay que esperar para ver si el pequeño sale rápidamente de todo esto».
El 8 de noviembre de 2014, el niño Mauro López Banegas, de 7 años, murió en la vecina provincia de Santiago del Estero como consecuencia de un severo cuadro de intoxicación con purpurina. El pequeño había sido internado el 19 de octubre del mismo año por una insuficiencia respiratoria grave luego de haber inhalado accidentalmente el peligroso producto, que había sido introducido en el interior de un silbato con el que jugaba.