Al tiempo que era elegida la presidenta del Parlamento, Zoe Constantopoulou, el vocero del gobierno afirmó que su país no romperá las negociaciones, aunque no acatará «órdenes» que impacten negativamente en su economía.
El gobierno griego rechazó todo «ultimátum» después de que su ministro de finanzas, Yanis Varufakis, recibiera una contundente negativa de su par alemán, Wolfgang Schauble, a las propuestas de su país sobre la deuda griega, y agregó que «romper las negociaciones no es una opción». En tanto fue elegida por una amplia mayoría, la nueva presidenta del parlamento griego, se trata de Zoe Constantopoulou, una ateniense de 38 años, diputada del gobernante partido Syriza y la funcionaria más joven en la historia de Grecia en ocupar ese cargo.
En ese marco, el gobierno griego insistió en su postura. «Nuestra intención es negociar de buena fe con todas las instituciones europeas para alcanzar un acuerdo beneficioso para todos», aunque «no admitiremos ningún ultimátum», afirmó el portavoz Gavriil Sakelaridis, a la radio Vima FM.
Acerca de la deuda griega, Sakelaridis recalcó que «Syriza nunca anunció una quita unilateral» y que, por el contrario, presentó propuestas «para una reducción razonable». Incluso graficó la situación con los acreedores como que se les puso «el cuchillo en el cuello».
En la reunión del Grupo de Trabajo del Euro celebrada el jueves en Bruselas todos los países de la eurozona exigieron a Grecia que pida oficialmente una prórroga del programa de rescate existente y se comprometa al cumplimiento de todos los compromisos del gobierno anterior, señalaron fuentes del ministerio de finanzas griego.
«Si firmáramos tal cosa caería el gobierno», explicó Salekaridis, quien recalcó que el sistema bancario griego no tiene problemas urgentes de liquidez pues «utilizó hasta ahora tan solo la quinta parte del dinero que podría pedir prestado a través del mecanismo urgente de provisión de liquidez (ELA)».
Pero también precisó que «romper las negociaciones no es una opción» y agregó que Atenas «presentará en la reunión extraordinaria del Eurogrupo del 11 de febrero sus propuestas para un programa de reformas e insistirá en la necesidad de buscar una solución para garantizar a Grecia la liquidez necesaria».
Salekaridis hizo notar que hasta el gobierno de Antonis Samaras (que terminó como mero ejecutor de órdenes que recibía de la Troika) «resistió durante ocho meses» para evitar la «reducción drástica de las pensiones, el aumento de los despidos y afectarían de modo negativo a los salarios».
El jueves, ante una multitudinaria manifestación de apoyo contra el «chantaje», Tsipras había asegurado que «Grecia no aceptará más órdenes, especialmente órdenes que llegan por emails» refiriéndose a los correos electrónicos que solía enviar la Troika con los pasos a seguir para garantizar el pago de los millonarios «rescates».
«En sólo una semana ganamos aliados que no habíamos ganado en los últimos cinco años de crisis», agregó el nuevo premier griego y recordó el respaldo prometido por los gobiernos de Reino Unido, Francia y Roma.
Joven y en ascenso en su partido
El nuevo Parlamento de Grecia eligió con una mayoría contundente como nueva presidenta a la diputada Zoe Konstantopoulou, del partido Syriza, quien fue elegida con los votos de 235 de los casi 300 diputados.
Nacida en Atenas en 1976, es la persona más joven que ha sido elegida como presidenta del Parlamento griego y la segunda mujer que asume ese cargo. La diputada, una jurista especializada en Derechos Humanos graduada en la Universidad de Atenas, es considerada como una estrella en ascenso en Syriza.
Como muestra de su voluntad de cooperación votaron a favor de la diputada ateniense, además de Syriza y su socio conservador Griegos Independientes, también la mayoría de los diputados de la oposición.
Entretanto, la lectura de las declaraciones programáticas del nuevo gobierno será mañana por la tarde, debido a la situación en las negociaciones del gobierno.
El debate concluirá el martes, con el voto de confianza al Ejecutivo encabezado por Tsipras.