San Luis (LaNoticia) 29-11-2019. Si bien las prohibiciones nunca son la solución, ya que estas generan mercados negros que son incontrolables, esta vez el Concejo Deliberante empezó a cambiar los métodos.
La ordenanza prohíbe en el ejido de la Ciudad de San Luis la utilización, comercialización, acopio, exhibición, y expendio al público de pirotecnia y cohetería sonora, sean estos de venta libre o no y/o de fabricación autorizada. Quedan exceptuados de la prohibición los fuegos artificiales de tipo únicamente lumínicos.
Se consideran artificios pirotécnicos a los materiales o dispositivos destinados a producir efectos visibles, audibles o mecánicos, mediante la utilización de mecanismos de combustión o explosión y cualquier otro análogo en que se use cualquier compuesto químico que, por sí solo o mezclado, pueda ser inflamable.
La multa que se prevé para los comercios que infrinjan está ordenanza una vez promulgada será “sancionado con multa de 5000 UMM en la primera infracción y con 2 (dos) días de clausura; será sancionado con 10000 UMM en la segunda infracción y con 15 (quince) días de clausura; será sancionado con 15000 UMM en la tercera infracción y con 30 (treinta) días de clausura. En todos los casos se decomisará la mercadería ilegal y se procederá a la destrucción de la misma de manera segura».
El Poder Ejecutivo Municipal determinará la autoridad de aplicación quien deberá realizar campañas de difusión y concientización sobre la prohibición realizada en esta Ordenanza respecto de la pirotecnia y sobre la necesidad de evitar los riesgos derivados del uso de la misma.
Esta ordenanza es un avance a un tipo de regulación, las prohibiciones no funcionan, generan mercados negros que se tornan incontrolables, más en la producción que es ilegal y sin ningún tipo de control de función, esto causa más accidentes e incluso pueden ser hasta más sonoros que los de producción controlada.
Una de las cosas que se debe esperar del Concejo Deliberante, es que sancionen a los funcionarios municipales que no hagan cumplir esta ordenanza, ya que, en definitiva, sin control nadie la cumple. Como pasa con la ordenanza de los escapes libres, que no son controlados.
Federico Capella
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