La Fuerza Aérea y Bomberos trabajan con helicópteros por el difícil acceso al lugar, en el departamento de Maldonado. Todavía no pudo ser apagado.
Soldados del Ejército y patrullas de la Fuerza Aérea uruguaya se sumaron a la ayuda a los bomberos de Maldonado, en una acción coordinada por el Gobierno de Tabaré Vázquez y que preocupa a todo Uruguay. Es que las 20 hectáreas de Las Cumbres afectadas por las llamas, en el citado departamento, todavía no pudieron ser apagadas, y la preocupación crece.
Raúl Díaz, jefe nacional de Bomberos, señaló a El Observador que el fuego estaba «controlado», aunque aclaró que las fuerzas estaban trabajando «sobre una topografía muy complicada por su vegetación y, además, en pendiente, lo que impide la labor normal en tierra».
Díaz intentó llevar tranquilidad a los pobladores vecinos: «Por ahora no hay grandes riesgos y tenemos ahí personal permanente». También aclaró al medio uruguayo que se estaba tratando de determinar qué fue lo que provocó el inicio del fuego.
Para combatir las llamas la Fuerza Aérea envió a la zona un helicóptero Bell UH1H que con su sistema bambi bucket, un contenedor que cuelga de la nave y por el cual se arrojan miles de litros de agua sobre las áreas comprometidas. Los bomberos también utilizan todos los medios disponibles para apagar el incendio. Están apostados en el hotel Las Cumbres, que fue evacuado luego de desatadas las llamas.
Producto del fuego, el calor y el denso humo, tres soldados del Ejército uruguayo debieron ser atendidos con principio de asfixia e intoxicación, según informó el diario El País. El jefe del operativo, Mauricio de Souza explicó: «Tuvimos dos soldados intoxicados por el humo. Uno de ellos fue picado por una araña. Hoy tenemos otro soldado con los mismos síntomas».
Víboras, alacranes y arañas son una constante por combatir, además de las llamas. El terreno, en una zona escarpada donde se encuentra un espeso bosque, complica la labor incansable de los profesionales a cargo del operativo.
«Cortamos algunas propagaciones. Estamos trabajando de forma manual, porque la vegetación es muy densa y no nos deja ingresar. El sotobosque se desarrolla sobre una topografía muy complicada. No podemos entrar con maquinaria. De la única forma que podemos es hacer la tarea manual», explicó De Souza. «Se nos está haciendo muy difícil», agregó.