Un grupo de policías de la Federal ingresó ayer por la tarde al edificio en el que vive la ex presidenta Cristina Kirchner. Los efectivos entraron al lugar tras discutir con la custodia de la actual senadora, sin dar detalles del procedimiento que fueron a realizar ni tampoco quién lo ordenó. Gregorio Dalbón, abogado de la ex mandataria, advirtió que si se trata un allanamiento a propiedades de la ex mandataria es ilegal y lo denunciará como tal, y remarcó que es parte del “circo para ocultar que el país se va al carajo”.
A pesar del hermetismo de los policías, desde los tribunales de Comodoro Py transcendió que fueron enviados a realizar una inspección en otros departamentos del edificio donde vive CFK. Según precisaron el objetivo de los operativos fueron el primer y el cuarto piso para buscar dinero, computadoras y documentación.
Cristina Kirchner vive en el departamento del quinto piso. En virtud de sus fueros parlamentarios, la propiedad no puede ser allanada sin la correspondiente autorización del Congreso. El juez Claudio Bonadio ya hizo un requerimiento en ese sentido al Senado, que será tratado el próximo miércoles.
La presencia de policías en el edificio de Talcahuano y Juncal llamó la atención justamente porque hoy la Justicia no está autorizada para ingresar al departamento. CFK, que por la mañana fue a Comodoro Py por su indagatoria en la causa de las fotocopias de los cuadernos de Oscar Centeno y se limitó a dejar un escrito, había salido de su casa para dirigirse hacia el Instituto Patria minutos antes de la llegada de la comitiva policial.
Dalbón llegó al lugar ante la irrupción de los policías, alertado por un llamado de Crónica que junto a TN ya estaba allí. «Si están allanado algo de Cristina ya no es ilegal, sino delictivo», avisó y adelantó que en ese caso haría la correspondiente denuncia en sede policial. A esa altura, cuando aún se desconocía el objetivo del procedimiento, el abogado señaló también que «si vinieron a inspeccionar el edificio es parte del circo para ocultar que el país se va al carajo, una patraña ilegal para tratar de ocultar el dólar a 31».