Mientras el Gobierno intenta hacer magia con sus cifras para mostrar una inflación controlada, el pronóstico de las consultoras en el REM pinta una realidad mucho más cruda: una inflación del 3% para octubre y un acumulado anual del 120%. Incluso con las expectativas de bajar al 2,9% en noviembre, el dato de la Ciudad de Buenos Aires muestra que los precios siguen en aumento sin tregua.

A pesar del esfuerzo por reducir la inflación núcleo, las proyecciones indican que la economía seguirá en recesión con un PIB 3,6% menor que el año anterior. En el frente laboral, la tasa de desocupación apenas mejora, y el tipo de cambio nominal sigue elevándose, acercándose al umbral de los $1.000 por dólar para noviembre. La balanza comercial se deteriora, con un superávit en constante reducción, y el superávit fiscal proyectado apenas cubre las necesidades inmediatas. La inflación descontrolada y la ineficiencia de las políticas económicas del Gobierno mantienen al país en una montaña rusa de incertidumbre.