Miguel Ángel Pichetto no sabe lo que es un triunfo electoral para un cargo ejecutivo. No lo logró en Río Negro y tampoco cuando pobró abandonando (traicionando dicen muchos en el peronismo) el partido Justicialista para ser el candidato a vice de Mauricio Macri en 2019. Ahora quiere probar suerte una vez más y mañana presentará su candidatura presidencial para 2023 por Juntos por el Cambio. Lo hará en Parque Norte donde se mostrará junto a otros experonistas y referentes de la derecha vernácula como Ramón Puerta (viejo amigo de Macri) y el senador por Salta Juan Carlos Romero.
El acto está convocado para las 16 en un salón del complejo Golden Center. Además de Puerta y Romero también lo rodearán Jorge Yoma y Andrés Cisneros. La rama femenina estará representada por Claudia Rucci y Florencia Arietto. Es lo que Pichetto denominó como el Peronismo Republicano, la versión más amigable para el gorilismo que existe en el macrismo y la que por ahora sigue en el movedizo piso de JxC. Trascendió que también será parte del acto el exgobernador de Neuqué, Jorge Sobisch, es que durante su gestión la policía neuquina asesinó al maestro Carlos Fuentealba.
El lanzamiento de Pichetto suma un nuevo nombre a la nómina de los que quieren ser candidatos presidenciales en 2023. El actual integrante de la Auditoría General de la Nación deberá disputar o aliarse para integrar la fórmula presidencial de JxC con Macri, Patricia Bullrich y Horario Rodríguez Larreta.
Según se pudo saber, el discurso de Pichetto (que trabajó junto a otro viejo menemista, Miguel Ángel Toma) se dedicará desarrollar sus ideas sobre cuál debe ser el camino correcto de la Argentina, la necesidad de convocar a todo el arco opositor liberal y demostrar a las diferentes ramas de JxC que es preciso dejar las peleas internas para organizar un posible nuevo gobierno liberal.
La idea de Pichetto es acercar a todas los dirigentes y exfuncionarios peronistas desperdigados relacionados con el pensamiento menemista pero también, dicen, a los que están «desilusionados» con Alberto Fernández. Y, a diferencia de Macri y Bullrich, el exsenador confrontar con Javier Milei porque entiende que los seguidores del voraz ultraderechista libertario son votantes de JxC pero que se fueron por una ausencia de discurso y dirección definida.
Pichetto, un devoto del orden, quiere organizar JxC. Entiende que unas primarias con muchos candidatos no es conveniente para la contienda electoral y es por eso que algunos de sus colaboradores deslizan como al pasar, su disposición a ceder sus aspiraciones presidenciales si hay una fórmula de unidad. Eso por ahora sólo está en la cabeza del exsenador.