Un informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA contradice las afirmaciones del funcionario nacional Alejandro Cacace y confirma la fuerte caída real de los recursos que reciben las provincias.

La Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) desmintió de manera contundente las declaraciones del Subsecretario de Reformas Estructurales de la Nación, Alejandro Cacace, quien aseguró que no hay una reducción en las transferencias automáticas a las provincias. El informe académico ratifica que los ingresos por coparticipación se ubican sistemáticamente por debajo del promedio histórico de la última década.

El Informe Final de Revisión de la Evolución y Comparación de Ingresos de la UBA proyecta que los recursos para 2025 registran una caída real de entre el 7,38% y el 8,91% en comparación con el promedio real de los últimos diez años. Esta tendencia regresiva ya se había evidenciado en el primer semestre, con una reducción del 8,05% (excluyendo los años atípicos 2020 y 2024).

El documento advierte que los ingresos provinciales de origen nacional “no alcanzarán las metas de recursos del presupuesto provincial” y se mantendrán por debajo de “los niveles normales y habituales de recaudación”. De este modo, el análisis de la UBA viene a respaldar los reportes unánimes de los gobiernos provinciales, que vienen alertando sobre una crítica merma en sus finanzas.

La réplica provincial a la mirada nacional

Desde la provincia, la directora de Finanzas y Recursos, Eugenia Sosa Herrera, había anticipado la metodología del estudio al señalar que “un análisis serio y responsable requiere considerar el comportamiento habitual de los recursos en los últimos años”, en lugar de una comparación interanual con 2024, un año de crisis. Sosa Herrera destacó que las proyecciones indican que “2025 registraría la peor marca recaudatoria, incluso por debajo del año 2024”.

La postura de Cacace y los números que omite

En contraste con los datos de la UBA, el subsecretario Alejandro Cacace afirmó días atrás en una entrevista radial: “Lo desmiento. No es cierto que las transferencias automáticas se hayan reducido”. El funcionario nacional basó su argumento en el crecimiento nominal de la recaudación, citando que en el primer semestre de 2025, San Luis recibió $604.948 millones, frente a los $391.512 millones del mismo período de 2024.

Sin embargo, el informe de la UBA y la postura de los expertos provinciales introducen un matiz crucial que Cacace omitió: la pérdida del poder adquisitivo de esos fondos. Su análisis se centra en una comparación nominal (en pesos corrientes) sin descontar el efecto de la inflación, lo que presenta una imagen incompleta. Al contrastar los valores contra el promedio de una década y ajustarlos por inflación, la conclusión es opuesta: hay una clara contracción en términos reales.

Mientras la Nación insiste en una lectura nominal de los datos, las provincias y ahora un estudio de la máxima casa de estudios del país enfatizan la caída real de los recursos, un desacuerdo técnico que profundiza la pulseada fiscal entre el gobierno nacional y los estados provinciales.