El 27 de mayo habrá un acto formal por el arribo de la fuerza federal a la provincia. Se espera que la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, visite San Luis ese día.
El arribo de Gendarmería Nacional a San Luis es una realidad. “Hoy ha llegado la nómina del personal asignado, así que el fin de semana va a estar ocupando la sede acordada” en La Punta, confirmó este lunes en conferencia de prensa la ministro de Seguridad, Nancy Sosa. Habrá un acto formal por el arribo de la fuerza, el 27 de mayo a media mañana, en el que se espera la visita de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, agregó la funcionaria.
En esta primera etapa llegarán 40 efectivos. El número, según explicó, podría ampliarse en los meses siguientes, como así también la zona de cobertura, dijo la Ministro.
En la rueda de prensa, la jefa de la cartera de Seguridad estuvo acompañada por la directora de Infraestructura, la arquitecta Leila Vega, quien dio detalles del centro de operaciones de la fuerza en La Punta, que se montó en un edificio que estaba abandonado y sin actividad desde hace más de una década y fue adaptado para transformarlo según los requerimientos y necesidades de la fuerza federal.
San Luis es la única provincia en la que no había presencia de Gendarmería, hasta ahora. Hubo una decisión política de cambiar eso. “Uno de los ejes principales de este Gobierno es la seguridad, así lo ha dispuesto el Gobernador. Gendarmería viene a sumar más seguridad al gran trabajo que hace la Policía de San Luis, y también las otras fuerzas federales”, dijo Sosa, y detalló que estos efectivos trabajarán sobre delitos federales, narcotráfico, control de encomiendas y de pasajeros e intervendrán ante eventos deportivos que se organicen en la provincia.
La arquitecta Vega detalló que la refuncionalización del complejo de La Punta tuvo dos momentos distintos. “Tenemos el proyecto dividido en dos etapas, una sobre la construcción propiamente dicha, y otra sobre el edificio anexo, que sería la parte de adelante. La modificación y la adaptación al nuevo programa de necesidades se planteó a partir de la distribución de los sectores. No ha habido una modificación estructural del edificio, simplemente destinamos las oficinas y el alojamiento para la guardia masculina y femenina. En la parte del edificio es donde ellos van a desarrollar sus tareas y tenemos también las oficinas de comunicaciones en otro sector”, especificó.
“En la primera etapa se pintó todo el interior y el exterior del edificio anexo. En la segunda se siguió trabajando en poner a punto las instalaciones eléctricas y de climatización. También hicimos un cerramiento perimetral del predio y construimos dos caniles para la División Canes, más una garita de seguridad en el frente del predio. El único pedido fue colocar en la explanada, que es por donde se ingresa, un mástil para convertirlo en una plaza de armas”, detalló. Los antiguos compartimentos se adaptaron como habitaciones y cada bloque, tanto para la guardia masculina como femenina, quedó dividido y cuenta con su propio núcleo sanitario y de vestuarios.
Otras tareas que realizaron fueron la puesta a punto de las cubiertas, porque había pérdidas en los baños y filtraciones. Y buscaron reparar algunos equipos que había y colocaron de nuevo los zeppelines, que se habían retirado, para contar con gas.