Entrevista El Chorillero TV:
– ¿Cómo se define?
– Un hombre apasionado, con vocación por hacer cosas lindas para la comunidad. Y que ese hacer me deje gratificaciones.
– Hoy es diputado provincial ¿Para qué quiere ser intendente de San Luis?
– Lo legislativo va por un carril relevante, pero no alcanza con lo normativo. Hay que traducirlo en acción, lo que da el Poder Ejecutivo es esa posibilidad, traducir lo que está en el papel en un hecho material concreto para la comunidad.
– Hoy los jóvenes ocupan una parte importante de la vida política de San Luis. Parece ser un plus, pero a luz de los resultados de experiencias que se están viendo, ¿están perdiendo el crédito?
– (Juan José) Sebrelli decía que la juventud es un atributo provisorio, que se va muy rápido. El fenómeno de lo político inscripto en la cultura del espectáculo, para provocar efectos rápidos, formó una camada de jóvenes replicadores de eslóganes. Pueden tener una habilidad durante un cuarto de hora. Yo soy más de la vieja escuela, donde se promovía la lectura, la formación y escuchar a los dirigentes con experiencia, como Ángel Ruiz, que es mi amigo, o el escribano (Juan José) Laborda. La juventud tiene un déficit formativo, que provoca que haya actores sin cualidades necesarias cuando les toca asumir responsabilidades. Es un drama de época. Adolfo Rodríguez Saá dijo algo muy acertado. Aseguró que en el caso concreto de los hijos del poder habían tenido un mal líder en Alberto, no los formó. Se encontraron con todo hecho y por eso hay una crisis actual. Ves mala praxis en la gestión, sumada a la corrupción en la provincia y la municipalidad.
– El kirchnerismo, con su lógica de amigo-enemigo, cree que para lograr el objetivo vale todo, lo que está mal, hay un aprovechamiento de la cosa pública ¿Cómo se hace para hacer una campaña cuando enfrente está eso?
– El kirchnerismo es un actor político divorciado de la buena praxis en el orden estatal. Es muy grave, el objeto de la actividad política es la mejora de indicadores. La kirchnerización que se dio en San Luis responde a eso, tenés una Cámpora de segunda mano en el municipio porque el volumen de negocios es menor, y de primera mano en Portezuelo. La concepción de lo público como botín, tener un cuarto de hora para hacer negocios, pero al no estar la energía concentrada en el buen hacer se produce un divorcio con la sociedad. Y además está la militancia rentada, es una lógica muy clientelar. Milito porque soy jefe de programa, por ejemplo. Tenés un circuito electoral que te asigna el ministerio. Pero no son personas con antecedentes de liderazgo, no presidieron clubes, ni centros de estudiantes, ni fueron profesionales que asumieron por condiciones morales.
– ¿Se puede mirar la ciudad sin mirar la provincia, o es todo una sola cosa?
– Hay un cordón umbilical ahí. Que en el caso de San Luis es particularmente importante. Hubo malas gestiones municipales por malas gestiones provinciales. Y le atribuyo eso a Alberto Rodríguez Saá, quien siempre le dio la espalda a la ciudad, molesto porque el electorado no ha sido condescendiente con su espacio político. Entonces buscó castigarlo, dándole la espalda en materia de recursos. Y le molestan los segmentos medios y profesionales, que es lo que representa el PRO. Habla de ellos como ‘los cajetillas’, tiene un gran desprecio por una sociedad que es la más pujante. Mi propuesta para lo municipal tiene que ver con la propuesta provincial, que encontró un liderazgo en Claudio Poggi, quien reside acá, es vecino. No vas a ver a un funcionario de Tamayo o del gobernador yendo al supermercado, no llevan a sus hijos al colegio para conocer el lío que es el tráfico, no saben cuánto sale el kilo de pan. Hay un divorcio y se han replegado. Están en las cortezas espejadas de Terrazas y van a clubes o barrios cerrados con todos los servicios, con la garita de seguridad, espacios verdes limpios, servicios de cloacas. La mayoría vive en Juana Koslay, hay un divorcio con lo que le está pasando al vecino.
– En estos tiempos hay políticos que procuran transmitir conceptos en frases cortas. Repasemos algunas: “Los que gobiernan en Terrazas y la Municipalidad son vagos y algunos muy corruptos”
– Sí, hay una cultura muy corrupta dentro del Estado, inédita, y mucha falta de idoneidad, de habilidades para asumir responsabilidades. Hay atributos que invisten una magistratura, acá se vulgarizó el hecho de ser funcionario, cualquier lo puede ser. Es lo que le pasa a Tamayo. Los que lo conocen dicen que es buen chico, pero la sociedad de San Luis se fija en el mérito y no le perdona que haya llegado sin esos méritos a una ciudad con mucha historia. Es esperanzador que los puntanos se fijen en el mérito, porque saben que tienen un intendente que está en un fin de ciclo, que fue muy corto.
– También dijiste en una sesión que Alberto Rodríguez Saá te hambrea y después te merendea…
– Es como el bombero pirómano, prende el fuego y después intenta apagarlo. Te hambrea porque genera una lógica de probrismo, en la pandemia buscó quebrantar la economía de servicios, el comercio y la gastronomía de la capital. Produjo pérdida de empleo en blanco, cierre de locales. Hoy vas a ver mucha oferta de locales en alquiler, no recuperamos los niveles de actividad pre pandémicos. Buscó un modelo a la formoseña, con mucha dependencia del Estado, sin que se arme un circuito virtuoso, independiente ¿Y qué propone? La cultura del merendero. Buscar un puntero político para que tu niño desayune ahí. O la escuela generativa, que es un conteiner social, no son instancias pedagógicas, no hay evaluaciones, ni indicadores.
– Recuerdo otra frase: “Amigos del ministro Filomena que servían café, hoy son fiscales…”.
– Pasó eso. La banda de subordinados que tenía fue promovida a ser fiscales, titulares de la acción penal que lleva el Estado adelante. Era una camada de amigos sin antecedentes, que no concursaron, lo que me hace volver a la falta de mérito. Lo del café fue metafórico, podíamos incorporar cualquier otra infusión.
– Hay 26 candidatos a intendentes de San Luis ¿Es una buena señal o estamos en presencia de una trampa?
– Es una trampa. Esto provoca un desprestigio sobre la política y sus dirigentes. Parece que cualquiera puede ser, hasta un payaso. Pero detrás de esa persona no hubo una trayectoria vinculada a lo público. Es un desprestigio para el que sí se ha formado. Es una trampa, pero le está saliendo muy mal, es una jugada que no va a surtir efecto. Tenemos una oferta competitiva en Cambia San Luis. Estoy orgulloso de mis compañeros de ruta.
– ¿Qué está en juego el 11 de junio?
– Hipotecar, o no, el futuro de nuestros hijos y nietos. La decisión de si migran a otras provincias o fuera del país o se quedan a vivir acá. Hoy no hay posibilidad de un futuro auspicioso para los jóvenes de San Luis. Y lo sufren las familias. Es un punto de inflexión, quizá sea el último vagón del último tren para subirse al tren de la historia.