La situación procesal del detenido será evaluada y definida por un juez de control el próximo martes.
La Fiscalía General de la República de México (FGR) detuvo a José Ángel Casarrubias Salgado, conocido como “el Mochomo”, presunto implicado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El presunto integrante del cártel “Guerreros Unidos”, implicado en el secuestro y desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014, ingresó este lunes al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de “El Altiplano”, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
Casarrubias Salgado fue detenido en Metepec, Estado de México, en un operativo coordinado entre la FGR y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (Sspc). En cumplimiento de los procedimientos vigentes, alias Mochomo comparecerá ante un juez de control el próximo martes.
José Ángel Casarrubias Salgado está señalado como autor intelectual y responsable de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en Guerrero, en los hechos ocurridos el 26 de septiembre de 2014
El detenido es hermano de los exlíderes del cártel Guerreros Unidos, Sidronio y Adán Zenen, quienes fueron detenidos por el Gobierno Federal anterior.
Según la versión oficial del caso, los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos habrían sido detenidos por policías locales la noche del 26 de septiembre de 2014 y luego entregados al grupo criminal de Guerreros Unidos, acusado de asesinar e incinerar a los jóvenes en un basurero.
No obstante, el caso Ayotzinapa estuvo plagado de irregularidades durante la Administración del expresidente Enrique Peña Nieto.
Un equipo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desestimó «que el 26 y 27 de septiembre de 2014 se haya producido la incineración a grado de carbonización y calcinación de los 43 estudiantes en el basurero de Cocula», como explicó en su momento el Gobierno federal en lo que calificó de «verdad histórica».
Sin embargo, esa apreciación de los hechos ha sido puesta en duda por los familiares de los desaparecidos.
Según el vocero de los padres de los 43 normalistas, Felipe de la Cruz, «la llamada verdad histórica nunca existió, fue un montaje para distraer en tiempo real de lo que había sucedido en Iguala».
«Por eso la insistencia nuestra de que queremos verdad científica y comprobable y hoy la voluntad que ha mostrado el presidente Andrés Manuel López Obrador son señales de que pudiéramos llegar a la verdad», agregó.