El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva criticó la falta de acción del Gobierno de Bolsonaro para atender la pandemia, luego que Brasil registra el mayor número de muertes por Covid-19 en Latinoamérica.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, declaró ante la aceleración de los contagios en el país suramericano: «¿Qué quiere que haga?. Lo siento, soy Mesías, pero no hago milagros», en referencia a su segundo nombre.

Bolsonaro, fue cuestionado sobre el número de fallecimientos en el país relacionados con el Covid-19, los cuales llegaron hasta el martes a 5.017, superando la cifra registrada en China,  la cifra más alta de fallecidos de Latinoamérica.

Al respecto, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva sostuvo que la postura del jefe de Estado respecto a la pandemia en grave y criticó la inacción del Gobierno brasileño en materia económica y social.

Lula se unió al coro de voces dentro de la oposición y las organizaciones sociales brasileñas sobre que ha llegado el tiempo de discutir el cambio de Gobierno.

«La falta de respeto de Bolsonaro por las víctimas del coronavirus y sus familias muestra cuánto necesitamos discutir el cambio de este gobierno. Es grave. No se ocupa de la pandemia, no se ocupa de la economía y no se ocupa de las personas», escribió Lula en su cuenta de Twitter.

«Mañana seré yo. Lógicamente, uno quiere tener una muerte digna y dejar una buena historia», apuntó Bolsonaro, uno de los mandatarios más escépticos del mundo en relación al coronavirus.

Bolsonaro apuntó que la mayor parte de los fallecidos por el coronavirus eran personas adultas mayores, aunque subrayó que “nadie ha negado que el Covid-19 causaría muertes” en el país.

Brasil superó las 5.000 muertes a causa del nuevo coronavirus, tras registrar en las últimas 24 horas un récord de 474 fallecidos, y el número de contagios subió a 71.886, informó el Ministerio de Salud este martes.

Un sondeo reciente en el país suramericano reveló que la mayoría rechaza la gestión de Bolsonaro, y el 54 por ciento de los encuestados está de acuerdo que inicie un proceso para revocar el mandato del presidente.