El libertario Agustín Romo, diputado electo por la séptima sección electoral y hasta ayer nomás responsable de la estrategia de comunicación digital del Javier Milei, según afirman sus allegados es probable que viaje a Miami sin fecha cierta de regreso.  Buenos Aires/12 lo consultó para obtener más detalles y saber si el eventual viaje tendría relación con el acuerdo entre Milei y Mauricio Macri. Romo no contestó.

Si al final se concretan, las “vacaciones” de Romo se darían justo cuando el joven de 27 años debería organizar el equipo legislativo que lo acompañará en su despacho en la cámara los próximos cuatro años y aportar a la comunicación de campaña para el balotaje. Romo suele elegir Miami para su descanso, donde amigos de la familia le prestan un departamento.

Los indicios de cambio coinciden con el extenso silencio de quien fuera candidato a jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Ramiro Marra, que no volvió a aparecer en público tras cosechar una cantidad de votos muy inferior a la esperada, que le valió duros reproches del resto del espacio. 

A pesar de esta directiva, la nueva conducción de la campaña no consiguió silenciarlos del todo. Tanto Romo como la polémica Lilia Lemoine siguen tuiteando, en las últimas horas respecto al desabastecimiento de combustible. «No se le puede sacar el teléfono a un adulto. Obedecen si quieren y  hasta cierto punto», contó a Buenos Aires/12 un experto en campañas. 

En el caso de LLA, la intención de silenciar a sus figuras para evitar que abran nuevos frentes -como ya hicieron con el papa, Malvinas y la paternidad, entre otros-, es doblemente compleja, porque ese tipo de campaña, coral y por impulso, irreflexiva, es casi una marca identitaria de la fuerza política.

Nuevo escenario

Romo tuvo, en los últimos días, una centralidad no buscada, cuando desmintió a través de su cuenta de X la existencia de un documento de los legisladores electos de La Libertad Avanza disconformes con el abrupto e inconsulto giro procasta de su líder. Las respuestas al posteo, mayormente de militantes del mismo espacio, oscilan entre los cuestionamientos y la ruptura. Luego negó su existencia, pero el documento fue confirmado a Buenos Aires/12 por un dirigente del mismo espacio, Osvaldo Marasco, que rompió por su histórico enfrentamiento con JxC “por sus prácticas corruptas”, según delcaró.

Otro tanto ocurrió en José C. Paz, donde los candidatos locales hicieron públicas sus diferencias con los hermanos Javier y Karina Milei. «Nos preocupa profundamente que las decisiones tomadas desde el nuevo liderazgo no reflejan la visión que compartimos con ustedes»,  publicaron. Las fuentes consultadas coinciden en que esta semana se conocerán más pronunciamientos en el mismo sentido, que licuarán aún más el espacio.

Historias de familia

Agustín Romo Ortega, sobrino nieto de Ramón «Palito» Ortega, vivió siempre entre Bella Vista y San Miguel, pero su familia no es una de las consideradas «tradicionales» por esa comunidad más bien conservadora, con fuerte influencia de la iglesia católica y las fuerzas armadas. No fue candidato por la primera sección electoral sino por la séptima, que abarca los partidos del noroeste bonaerense,  justamente para que algunos episodios de su historia familiar no lo perjudicaran en la elección. Ocurre que “San Miguel es un pueblo y nos conocemos” y “Bella Vista, peor, es un pueblito”.

Romo estudió en el Glasgow College de esa localidad y, terminada la secundaria, comenzó la licenciatura en derecho de la UBA. Pero lo sedujo más el trabajo en la financiera de su padre y abandonó los estudios muy pronto. Romo palidece cuando le preguntan por los negocios de su padre, que le valieron un importante y veloz ascenso económico y social.

A la vez, su padre, Carlos, hasta acá siempre cultor del perfil bajo, decidió llamativamente encabezar la lista de concejales de LLA en el distrito. Quienes lo conocen asumen que la decisión está vinculada al interés en el negocio de real state, a partir del acceso a tierras fiscales, rezonificaciones y excepciones al código urbano, decisiones que pasan por el Concejo Deliberante.

Aunque los Romo, padre e hijo, comparten últimamente la militancia en La Libertad Avanza, Agustín vivió casi toda su vida con su madre y su padrastro, Emilio, en el country San Miguel de Ghiso. Allí protagonizaron un curioso episodio. 

Se le atribuye a Juan Perón la frase “cuando alguien se sienta a mi mesa y habla mucho de honestidad y moral, antes de que se vaya hay que contar los cubiertos”. Pero, como los padres de Agustín y su padrastro tienen en común el antiperonismo, lo más probable es que no la conozcan.

El padrastro de Agustín integraba la comisión directiva del country y, desde esa posición, encargó una importante compra de vajilla, cubiertos y mantelería para el restaurante del club house. Pero poco después perdieron las elecciones. La siguiente comisión, al asumir, encontró las abultadas facturas, pendientes de pago, pero ni una cucharita de lo comprado.