El Gobierno nacional acordó este lunes con el Fondo Monetario Internacional (FMI) una reducción de casi US$ 2.000 millones en la meta de acumulación de reservas internacionales para 2023 por el efecto de la sequía sobre las exportaciones, al tiempo que mantuvo sin cambios la meta de 1,9 por ciento del PBI de déficit fiscal para este año.
La decisión forma parte del acuerdo a nivel técnico alcanzado por las autoridades argentinas y el personal del FMI sobre la cuarta revisión bajo el acuerdo de facilidades extendidas (EFF, por sus siglas en ingles) de 30 meses de Argentina, que deberá ser aprobado por el Directorio Ejecutivo del organismo multilateral en las próximas semanas. Una vez completada la revisión, Argentina tendrá acceso a alrededor de US$5.300 millones.
Entre los puntos a destacar del comunicado difundido por el organismo internacional, tras el acuerdo técnico con los funcionarios del Ministerio de Economía, se resalta que la gestión macroeconómica prudente en la segunda mitad de 2022 respaldó la estabilidad y ayudó con cierto margen a asegurar los objetivos del programa hasta fines de 2022.
“El déficit fiscal primario de 2022 alcanzó el 2,3% del PIB (frente a una meta del 2,5%), en particular debido al continuo sólido control del gasto y las acciones para mejorar la focalización de los subsidios y la asistencia social», destacó el FMI en el escrito.
Al mismo tiempo, «las reservas internacionales netas aumentaron en USD5.400 millones (por encima de la meta de USD5.000 millones), debido a mejoras en la balanza comercial y un importante apoyo oficial. El PIB real se expandió un 5,4% en 2022 y la inflación anual alcanzó el 94,8%”, agregó el texto.
La confirmación del cambio en las metas de acumulación de reservas llega en un momento en el que por la sequía se espera que ingresen en 2023 al menos US$14.000 millones menos que el año pasado en concepto de exportaciones del agro. Eso se sumó al impacto de casi US$5.000 millones que tuvo en la balanza comercial la guerra en Ucrania, según cálculos del Palacio de Hacienda.
En tanto, cumplir con la hoja de ruta pactada con el Fondo resultaba imposible en ese contexto. Es decir, con el sendero vigente el país debería finalizar marzo con reservas netas en el BCRA por US$5.500 millones más que de las de diciembre de 2021.
Mientras que, para el segundo trimestre, el objetivo previsto eran US$3.100 millones adicionales, que se sumaban a US$100 millones en el tercero y otros US$1.000 millones antes del 31 de diciembre. En total, a lo largo del año la autoridad monetaria debía sumar US$4.800 millones y US$9.800 millones desde que se firmó el acuerdo.
Sin embargo, las inclemencias climáticas y el conflicto bélico pusieron en jaque ese horizonte y precipitaron la flexibilización.
Respecto a los objetivos pautados para 2023, el FMI precisó en el documento que Argentina deberá alcanzar un déficit fiscal primario del 1,9% del PIB, con lo que instó a reforzar el control de gasto, especialmente en lo que tiene que ver con subsidios energéticos y asistencia social.
A su vez, detalló que el Gobierno se comprometió a “continuar implementando el esquema de segmentación acordado, eliminando los subsidios para los usuarios residenciales de mayores ingresos a partir de mayo y para los usuarios comerciales a fines de 2023″.
Además, se hizo referencia a la aprobación de la moratoria previsional, para lo que afirmó que se “tomarán medidas tempranas y decididas para abordar de manera sostenible los costos fiscales de la aprobación imprevista de la moratoria de pensiones para asegurar los objetivos fiscales para este año y los próximos”.
Finalmente, sobre la inflación, el FMI sostuvo que se mantendrán positivas las tasas de interés en términos reales y comunicó que “las autoridades planean complementar a través de la oportuna racionalización de la política cambiaria”. “También se comprometen a no utilizar reservas internacionales ni emitir instrumentos de deuda externa de corto plazo para intervenir en los mercados cambiarios paralelos”, señaló el organismo.
Los principales puntos del nuevo acuerdo
1. Se establece el desembolso de 4000 millones de degs que representan 5.300 millones de dólares.
2. El comunicado distingue el trabajo del equipo económico del segundo semestre respecto del primer semestre en términos de decisión política.
3. Marca la sequía como principal motivo de la revisión de metas del programa.
4. Detalla el sobre cumplimiento 2022, en materia fiscal, 2.3 y en materia de reservas, 5.4 billones, por encima de las metas previstas.
5. Sostiene el objetivo del 1.9 fiscal, pero marca 4 cuestiones:
a) Continuar con el control del gasto en busca de orden
b) Priorizar la inversión en infraestructura y el gasto social.
c) Acelerar la segmentación para terminar con la regresividad en los subsidios.
d) Sobre la moratoria jubilatoria señala la importancia de que sea justa, orientada a los más vulnerables y sin desborde de gasto.
6. Continúa con la promoción de tasas de interés positivas.
7. Habilita mecanismos de aumento de la competitividad externa (fomento de exportaciones) para fortalecer la cobertura de reservas como medidas de política cambiaria temporales.
8. Plantea la no utilización de reservas en intervenciones.
9. Elogia el canje de deuda en pesos, 16000 millones de dólares canjeados, y habilita a generar canjes intra Estado para mejorar los perfiles de vencimientos, asimismo promueve el mayor uso de multilaterales para financiamiento.
10. Mantiene la meta de adelantos transitorios del Banco Central en 0.6 del PBI a pesar de que hasta la fecha el tesoro no lo ha utilizado. Eso libera acceso a pesos de financiamiento vía Banco Central.
11. Establece un nuevo piso de acumulación de reservas para marzo, junio, septiembre y diciembre, reduciéndose en más de 3000 millones a acumular en marzo y en casi 2000 millones en 2023.
12. Plantea la flexibilidad del programa para el año por el impacto de la sequía sobre todo en el primer trimestre.
13. Habilita a medidas cambiarias temporales.