En la previa de lo que será la reunión de jefes de Estado de la Unasur, los presidentes de los países miembros de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) se reunirán hoy en una cumbre extraordinaria en Caracas para fijar posición conjunta y única tras las amenazas del gobierno de Estados Unidos contra Venezuela. El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, dijo estar dispuesto a volver al diálogo con su par Barack Obama, pero «con respeto y sin prepotencia».
Maduro anunció el encuentro de hoy con los jefes de Estado del ALBA como un signo de respaldo ante las sanciones impuestas por Estados Unidos a pocas semanas de la Cumbre de las Américas, espacio que reúne a todos los mandatarios del continente.
«Así como fuimos a Cartagena los cancilleres a decir que era la última cumbre que se iba dar sin la presencia de Cuba porque si no Latinoamérica y El Caribe no volvía a la cumbre de las Américas, ahora vamos a ir la cumbre de Panamá», afirmó el presidente bolivariano.
«Vamos a decirle en una sola voz que a Venezuela se respeta, a América Latina y El Caribe se respeta, ya basta de los abusos imperiales. Queremos saber si estamos frente al Obama de Chicago o al que está atrapado por los lobby de Washington», destacó Maduro.
El mandatario sostuvo que «ha llegado el tiempo de una nueva relación entre los Estados Unidos del norte, muy rico y poderoso y capaz de todo y América Latina y el Caribe». «Estamos dispuestos a dialogar, dónde quiera y cuándo quiera, de tú a tú, con el gobierno de Estados Unidos pero con respeto y sin prepotencia», expresó.
Maduro anunció que ordenó al embajador encargado de negocios, Max Arvelaiz, que viaje hoy a Washington para que se reúna a «todos los niveles de Estado y exprese nuestro rechazo y el rechazo del pueblo y la exigencia de Unasur que derogue el decreto de amenaza contra Venezuela».