Autoridades venezolanas localizaron este miércoles en el estado Vargas el helicóptero empleado en el ataque terrorista contra el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz (MPPRIJP).
«La aeronave fue localizada en el estado Vargas, no hay personas detenidas», informó el vicepresidente venezolano, Tarek El Aissami, a través del canal estatal VTV.
Indicó que siguen tras la búsqueda del terrorista Oscar Pérez, quien arrojó explosivos desde un helicóptero del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) contra la sede del Tribunal Supremo de Justicia y el Ministerio de Interiores, Justicia y Paz, ambas ubicadas en la capital de Venezuela.
El Aissami resaltó que continuarán «desplegando fuerzas especiales para determinar que otro movimiento se pudo haber realizado» y pidió apoyo al pueblo de vargas por «si han presenciado movimientos irregulares en estas comunidades».
¿Cómo se ejecutó el ataque?
La aereonave voló hasta las inmediaciones del Ministerio para el Poder Popular para las Relaciones Interior, Justicia y Paz, en la avenida Urdaneta, en Caracas, y efectúo alrededor de 15 disparos contra la edificación, mientras se desarrollaba en la terraza un agasajo a un grupo de comunicadores sociales, con motivo de celebrarse el Día Nacional del Periodista. Para el momento del ataque, se encontraban ahí unas 80 personas.
Posteriormente, el helicóptero fue llevado hasta la sede del Tribunal Supremo de Justicia, donde se encontraba sesionando allí la Sala Constitucional del Máximo Tribunal, con todos sus magistrados, además, un grupo de trabajadores permanecían laborando en sus oficinas. Contra estas personas, fueron efectuados disparos y lanzadas al menos cuatro granadas de origen colombiano y de fabricación israelí, de las cuales una no estalló y fue colectada. Dos de estas granadas fueron lanzadas contra los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana que custodiaban el edificio.
Gracias al rápida reacción de los custodios pudo evitarse una tragedia.