“Yo no soy gorila, soy soldado de Cristina”, dice uno de los tantos cánticos que a lo largo del tiempo ha entonado el kirchnerismo ortodoxo, para demostrar su devoción por la ex Presidenta, y que ahora pronuncia a viva voz el actual Gobernador de San Luis ante la desesperación de perder la próxima elección a manos de Claudio Poggi.
El nacimiento del dicho “la necesidad tiene cara de hereje” radica en una figura legal que había en la antigua Roma: “necessitas caret lege” cuya traducción corresponde a “la necesidad carece de ley”. Pero con el tiempo y por resonancia entre “caret” y cara y “lege” y hereje se formó la frase que todos conocemos.
El escenario elegido por el jefe del clan Rodríguez Saá para hacer tamaña definición pública de subordinación y valor para defender a Cristina Fernández de Kirchner y seducir al Kirchnerismo vernáculo solo para no perder el poder, fue nada menos que en el distrito bonaerense de La Matanza, bastión peronista si los hay.
Claro que quienes padecemos de cerca a los hermanos Rodríguez Saá, conocemos en carne propia la hipocresía de sus conductas con tal de sostener el gobierno y las canonjías que él les ha otorgado, pero también conocemos la realidad del pueblo sanluiseño que, en su mayoría, espera paciente y expectante el 13 de agosto próximo, para hacer conocer silenciosamente su opinión adversa a los que se sienten dueños del destino, la vida y los bienes de quienes vivimos en la provincia de San Luis.
Cada vez que decimos “La necesidad tiene cara de hereje”, lo hacemos casi sin reparar en el sentido del concepto, pero seguros de estar refiriéndonos a algo que habitualmente no haríamos, y que de hecho, no hacemos. Sin embargo esa actitud esporádica en la mayoría de las personas normales se ha transformado en la nueva conducta política de los patológicos hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá, aunque el primero de ellos se esmere en disimular su nuevo alineamiento.
Aun cuando para los nuevos fanáticos rodríguezsaaistas, los novedosos cánticos del Alberto, sean una típica expresión darwiniana de evolución, vale recordar que el darwinismo no es sinónimo de evolucionismo, sólo porque éste es posterior a aquel. Pero en San Luis, los hermanos del poder quieren que nada sea posterior a ellos. Sin embargo, no habrá herejía que se los permita.