Al menos 16 civiles y 41 miembros de Al Qaeda fallecieron este domingo en un operativo de las fuerzas aéreas de Estados Unidos en la zona de Yakla, de la provincia yemení de Baida. Entre los muertos hay ocho mujeres y ocho niños.
Se trató de una operación contra las casas de tres jefes tribales vinculados con Al Qaeda. En el ataque con helicópteros también resultaron afectados un colegio y una mezquita.
Además, en 24 horas se produjeron enfrentamientos armados entre tropas gubernamentales y los rebeldes hutíes, que dejaron más de 100 personas fallecidas, según fuentes médicas y militares.
De acuerdo a información de la agencia AFP, al menos 90 cuerpos de los rebeldes fueron llevados al hospital de la ciudad de Al Hudayda, en la costa del mar Rojo, mientras que los cuerpos de 19 militares fueron trasladados al hospital de la ciudad de Adén.
En contexto
Yemen es escenario desde 2014 de enfrentamientos entre los hutíes del movimiento Ansar Alá y los partidarios del expresidente Alí Abdalá Saleh, por una parte, y las fuerzas leales al presidente legítimo, Abdo Rabu Mansur Hadi, por otra.
La oficina de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas estima que al menos diez mil personas han muerto como resultado de la guerra en Yemen. Un informe reciente de la UNICEF ubica el número de víctimas infantiles por encima de mil 400 niños.
Yemen es considerado por la organización como el país más pobre del mundo árabe. La ONU estima que cerca de 19 millones de personas, lo que equivale al 80 por ciento de la población, se encuentran en necesidad de ayuda humanitaria.