La acción tomada por el primer mandatario se realiza a la par, del proyecto de Ley de Blanqueo de Capitales que deberá ser aprobado por el Congreso.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, repatrió los 18 millones de pesos (1.304.000 dólares) que mantenía en un banco de las islas Bahamas, para invertirlo en bonos locales, emitidos por su Gobierno.
El objetivo es «demostrar su confianza en la economía y en el país», esbozaron fuentes cercanas al jefe de Estado al diario derechoso La Nación.
Una vez que la investigación conocida como Panamá Papers o Papeles de Panamá se dio a conocer, se supo que Macri era el director de la sociedad offshore Fleg Trading, que labora en las islas Bahamas, reconocida por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de Argentina como un paraíso fiscal.
En su momento, Macri aseguró que se trataba «del mismo dinero declarado en cuentas en Suiza y Estados Unidos», y añadió: «Lo que sucedió es que (el banco suizo) Julius Baer compró Merrill Lynch y cambió su domicilio en Bahamas».
La medida coincide con el proyecto de Ley de Blanqueo de Capitales, el cual establece el pago de sentencias y reajustes a jubilados previa apertura de un blanqueo de capitales.
En el Gabinete argentino han confesado que tienen cuentas en el extranjero: la canciller Susana Malcorra, el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, y los ministros de Energía, Juan José Aranguren, y de Hacienda, Alfonso Prat-Gay.