El Ejército sirio dijo en un comunicado que repelió lo que calificó de gran ofensiva insurgente en Alepo, mientras que activistas opositores informaron que también hubo bombardeos de las fuerzas gubernamentales a zonas controladas por los rebeldes, que dejaron al menos dos muertos y varios heridos.
La escalada llegó luego de que Estados Unidos y la ONU lanzaran el lunes un intento desesperado de encauzar el proceso de paz para Siria y coincidió con la llegada a Moscú del enviado de la ONU, Staffan de Mistura, para tratar de restablecer un cese de hostilidades que incluya también a la disputada Alepo.
Tras reunirse con De Mistura, el canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo este martes que confiaba en anunciar «pronto» un nuevo alto el fuego, quizás «en las próximas horas», que incluya también a Alepo y que permita reanudar las conversaciones de paz entre las partes en Ginebra que se estancaron el mes pasado en medio de la violencia.
El encuentro de De Mistura con Lavrov llegó un día después de que se reuniera en Ginebra con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, para intentar volver a poner en vigencia un alto el fuego impulsado por Washington y Moscú que regía desde febrero pasado y había disminuido la violencia, menos en Alepo.
De hecho, más de 270 personas murieron en los últimos 12 días en enfrentamientos y bombardeos en esa ciudad, la segunda mayor de Siria, cuyo control se dividen el Ejército y rebeldes sirios cubiertos por el alto el fuego, según cifras de activistas en el extranjero y de la prensa estatal siria.
La ciudad quedó excluida de una tregua unilateral declarada por el Ejército sirio la semana pasada para la capital, Damasco, sus suburbios y la localidad costera de Latakia.
Desde Washington, Kerry dijo este martes en rueda de prensa que, tras su reunión en Ginebra con De Mistura, Rusia, Irán y Estados Unidos, acompañados por la ONU, estaban trabajando para «restaurar el cese de hostilidades» en todo Siria.
«Creemos que este esfuerzo, en las próximas horas, es clave para dar a las partes la posibilidad de volver a la mesa de negociación de Ginebra. Si no sucede en las próximas horas, espero que ocurra en los próximos días. Queremos que suceda lo antes posible», añadió.
En medio de advertencias de que Alepo enfrenta una creciente crisis humanitaria, Francia y el Reino Unido solicitaron este martes una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en la ciudad siria de Alepo.
En Siria, la agencia de noticias estatal SANA informó que al menos 16 personas murieron y 68 resultaron heridas este martes en Alepo cuando rebeldes lanzaron más de 100 cohetes contra una decena de barrios de la parte de la ciudad controlada por el gobierno.
Cuatro de las víctimas fatales, entre ellas tres mujeres, y 18 de los heridos -todos ellos mujeres o niños- se registraron en el hospital obstétrico de Al Dabit, en el barrio de Al Muhafaza, que fue alcanzado por uno de los cohetes, informó SANA, que citó a funcionarios de Salud y fuentes policiales.
En un comunicado, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo que se trató del sexto centro sanitario atacado en menos de una semana en Alepo y calificó el bombardeo de «inaceptable».
«Miles de personas están viviendo en duras condiciones en Alepo, sin acceso a atención médica», dijo el CICR, que envió este martes un camión con medicinas y equipamiento sanitario a esa localidad.
El nuevo ataque llegó luego de que al menos 14 personas murieran el miércoles pasado en Alepo en un ataque al hospital de Al Quds, en el barrio de Al Sukari, en manos de la oposición siria. Se trató del bombardeo más mortífero contra un centro de salud de los registrados la semana anterior.
Kerry condenó el ataque al hospital de este martes, del cual culpó a la oposición.
«Condenamos cualquiera de estos ataques y llamamos a todas las partes a dar pasos inmediatos para detenerlos (…) Es muy fácil decir que ellos atacaron y entonces contraatacar. El cese de hostilidades se puso en marcha precisamente para dar una oportunidad a los civiles», argumentó Kerry.
«No hay ninguna justificación para estos ataques a civiles o a instalaciones médicas», añadió.
Este martes, precisamente, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que alertó sobre el aumento de los ataques contra hospitales y personal médico en los conflictos armados y en la que exigió por unanimidad que cesen y se persiga a los responsables.
La resolución se adoptó luego de una reciente serie de mortales ataques contra hospitales, algunos de ellos administrados por la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), en Afganistán, Yemen y Siria.
Antes de la decisión del Consejo de Seguridad, MSF pidió por Twitter al Consejo de Seguridad que reafirmara que «los hospitales no son un blanco» y que presionara «para poner fin a los ataques contra las poblaciones y servicios de salud en áreas en conflicto».
Las treguas en Siria no han incluido ni a la rama local de la red islamista Al Qaeda, el Frente Al Nusra, que opera en la periferia de Alepo, ni al Estado Islámico (EI), el temible grupo fundamentalista islámico que controla extensos territorios contiguos en Siria e Irak, en los que ha proclamado un califato.
Al menos 29 personas, en su mayoría civiles, murieron este martes por bombardeos aéreos contra la ciudad de Al Raqa, principal bastión del EI en Siria, informó la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Los ataques, que no se sabe si fueron lanzados por la coalición internacional -que lidera Estados Unidos- contra el EI, o por la aviación rusa, que apoya al Ejército sirio, causaron la muerte de 19 civiles, entre ellos dos menores de edad, y de 10 miembros de la organización radical, precisó el Observatorio.