El desastre se produjo por la rotura de un dique de contención de desechos mineros, cerca de Belo Horizonte en el Estado de Minas Gerais.
Los cuerpos de rescate, integrados por los Bomberos, la Policía, la Defensa Civil y el Ejército, retomaron la búsqueda de los desaparecidos por la rotura de un dique de contención de desechos mineros que afectó a siete pueblos cerca de Belo Horizonte en el Estado brasileño de Minas Gerais.
La avalancha causó hasta el momento un muerto confirmado, un trabajador de la empresa minera Samarco cuya identidad no fue revelada, además de 16 heridos y un número indeterminado de desaparecidos.
La firma notificó que trece de sus empleados pudieron haber sido arrastrados por el alud de barro, pero las autoridades aún no cuantificaron el número de desaparecidos en los pueblos que fueron afectados, todos ellos dependientes administrativamente de la ciudad de Mariana en el sureste del país vecino.
La mayoría de los 600 habitantes del pueblo de Bento Rodrigues, el más próximo a la mina y que quedó totalmente sepultado por la avalancha, logró huir a tiempo.
Samarco se responsabilizó del alojamiento en hoteles y pensiones de 569 de los damnificados y decenas de personas continuaban en el albergue que la Alcaldía de Mariana instaló en un pabellón deportivo.
Según las cifras divulgadas por Samarco, fueron vertidos cerca de 7 millones de metros cúbicos de residuos minerales, en su mayoría de sílice, y 55 millones de metros cúbicos de agua.
El Servicio Geológico de Brasil anunció que está vigilando de forma permanente el nivel del río Doce, que recibió el caudal de los depósitos de la mina, y cuya crecida puede afectar a una veintena de municipios de los Estados de Minas Gerais y Espírito Santo, en el litoral.
Todavía no hay una hipótesis oficial sobre lo que causó la rotura del dique y aunque se apunta a un pequeño sismo que ocurrió en el lugar, los vecinos de los poblados cercanos hablan de «tragedia anunciada» ya que no había sirenas ni protocolos ante posibles emergencias.